El Parlament no ve "hechos probados" en la denuncia de una diputada de Junts por acoso. Se trata de Cristina Casol, número dos por Lleida en las elecciones autonómicas de 2021, quien denunció al partido en noviembre ante la Oficina de Igualdad por un presunto caso de "acoso por razón de género".
Tras activar el protocolo y llevar a cabo una investigación a cargo del Institut de Treball Social y Serveis Socials, el organismo ha determinado que no hay caso. Esto supone un golpe al círculo de Laura Borràs en el que se encuentran la propia Casol y otras dirigentes como Aurora Madaula.
Según fuentes neoconvergentes, estas denuncias provenientes de personas afines a la presidenta del partido formaban parte de una estrategia "para desgastar al sector moderado” que, en los últimos tiempos, ha ganado protagonismo en Junts a raíz de las negociaciones con el PSOE para la investidura de Pedro Sánchez.
El 'caso Madaula', pendiente por su baja
Pero la de Casol no es la única denuncia que ha habido en los últimos meses. En noviembre, la vicepresidenta de Junts y secretaria segunda de la Cámara autonómica, Aurora Madaula, denunció ser víctima de "violencias silenciosas" por parte de "compañeros y compañeras". Una veintena de diputados vieron una "traición" en estas declaraciones, lo que les llevó a presentar un escrito ante la Comisión de Garantías del partido, que no ha deliberado al encontrarse Madaula de baja médica.
Si bien Borràs no se ha posicionado sobre estos casos, Jordi Turull sí lo ha hecho. El secretario general del partido se mostró "convencido" de que no existe ni ha existido ningún caso de acoso en su partido por razón de género. En una entrevista en El Matí de Catalunya Ràdio, el neoconvergente quiso zanjar la polémica, como también lo quiso hacer la portavoz del grupo parlamentario, Mònica Sales, en el Consell Nacional del pasado sábado en El Morell.
Le enseñan la puerta de salida
Tal y como ha epxlicado este martes Crónica Global, Sales --cercana al presidente del grupo parlamentario, Albert Batet-- volvió a insistir en que no se han dado casos de acoso y todavía fue más allá. Aseguró que, si ella estuviese cuestionada como lo están otras personas [refiriéndose a Madaula], pondría su cargo a disposición del partido. Enseñando, así, la puerta de salida a la vicepresidenta de Junts tan cuestionada por esta denuncia y por formar parte del círculo “tóxico” de Laura Borràs, cada vez más arrinconado.
Y es que cabe recordar que las dos diputadas --Casol y Madaula-- forman parte del círculo de la expresidenta del Parlament, junto a otros como Jaume Alonso Cuevillas y Francesc de Dalmases. O lo que es lo mismo: del sector más radical de Junts, que ha perdido influencia en los últimos tiempos frente al ala más moderada que aboga por el resurgir convergente.
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