El secretario general de Junts, Jordi Turull, se ha mostrado "convencido" de que no existe ni ha existido ningún caso de acoso en su partido por razón de género. Así se ha pronunciado por primera vez sobre un asunto que ha generado crispación entre las filas neoconvergentes desde que la secretaria segunda de la Mesa y vicepresidenta del partido, Aurora Madaula, denució en un pleno de mujeres que sufría "violencias silenciosas" por parte de "compañeros y compañeras".
Sus declaraciones llevó a una veintena de diputados a presentar un escrito ante la Comisión de Garantías del partido, mientras que Madaula se limitó a cogerse la baja días después por motivos personales y mantiene su silencio.
Más denuncias
Pero esta no es la única denuncia que ha trascendido esta semana. La diputada Cristina Casol, número dos por Lleida en las elecciones autonómicas de 2021, denunció al partido por un presunto caso de "acoso por razón de género". Lo hizo en noviembre ante la Oficina de Igualdad del Parlament, que siguiendo el protocolo ha iniciado una investigación a cargo del Institut de Treball Social y Serveis Socials.
Según avanzó el Ara, esta empresa externa ya ha comenzado a citar a algunos diputados que aparecen en la denuncia, aunque no han trascendido los nombres. Tal y como explicó Crónica Global, el caso Casol pone en el foco al presidente del grupo parlamentario, Albert Batet, y a su mano derecha Mònica Sales, a quienes Turull ha defendido y reconocido por su "trabajo".
Aun así, en una entrevista en El Matí de Catalunya Ràdio ha asegurado que no colaborará en el "ruido externo" para respetar la confidencialidad de los denunciados y las denunciantes: "Se tiene que ser muy sensible con este tema, pero el trabajo en el fondo y en la forma del grupo parlamentario es extendido a toda la dirección del partido", ha espetado.
Guerra entre pragmáticos y radicales
Sea como sea, este asunto no ha hecho más que acrecentar la guerra entre el sector radical, liderado por Laura Borràs, y el pragmático de Jordi Turull.
Fuentes moderadas del partido aseguran a este medio que las denuncias por acoso forman parte de una estrategia para que la expresidenta del Parlament y su círculo --Francesc de Dalmases, Aurora Madaula, Cristina Casol y Jaume Alonso Cuevillas, entre otros-- sobreviva tras haber perdido influencia en los últimos tiempos frente al ala que aboga por el resurgir convergente.
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