La guerra de poder en Junts deja a Aurora Madaula en la cuerda floja
Una veintena de diputados se movilizan contra las declaraciones de la vicepresidenta de la formación posconvergente, que denunció en el pleno que en su partido se dan violencias machistas “silenciosas” de “compañeros y compañeras"
29 noviembre, 2023 00:00Noticias relacionadas
Junts per Catalunya (JxCat) siempre ha sido un partido en constante tensión interna. En primer lugar, porque el aparato de la organización no tiene el poder que antaño atesoraban los fontaneros de Convergència. Y en segundo lugar, y no menos importante, porque las siglas del partido acogen a perfiles muy diferentes, desde moderados y pragmáticos que defienden estrategias gradualistas a hooligans y radicales que añoran la vía unilateral. O lo que es lo mismo, el todo vale si es para lograr la independencia de Cataluña.
Ahora, estas tensiones han desembocado en una guerra ante los focos por decidir la estrategia de la formación y, sobre todo, quiénes han de atesorar el poder y los cargos institucionales y orgánicos más relevantes.
Polémicas palabras de Madaula
En este sentido, y de manera contraria a como ha venido sucediendo en los últimos años, los pragmáticos han adoptado una posición de ventaja tras el acuerdo de investidura con el PSOE, pues ahora tienen todo lo necesario para mantener a flote un partido político en un escenario electoral tan competitivo como el catalán. Aprovechando el nuevo contexto, este sector moderado ha pisado el acelerador para ganar la carrera a los dirigentes más radicales que, al menos hasta ahora, han llevado las riendas de la formación.
No han gustado las declaraciones de la vicepresidenta de Junts y secretaria segunda de la Mesa del Parlament, Aurora Madaula, en el último pleno de mujeres con motivo del 25N, donde denunció que en su partido se dan violencias machistas “silenciosas” de “compañeros y compañeras”. Las pronunció después de un encontronazo con sus compañeros a raíz de una declaración del Parlament de apoyo a una activista pro abortista andorrana. Al parecer, Madaula consensuó un discurso al margen de su formación, por lo que fue desautorizada.
Sus palabras han sentado como un jarro de agua fría en sus propias filas. Por ello, una veintena de diputados se movilizó para que este asunto se incluyese en el orden del día de la reunión del grupo parlamentario que tuvo lugar ayer y a la que ella no asistió. En el encuentro se decidió elevarlo a la comisión de garantías, el órgano disciplinario interno que preside Magda Oranich.
Borràs, "cada vez más sola"
El asunto también podría abordarse el próximo lunes en la reunión de la Ejecutiva. Si bien los más críticos esperan que ese día se le enseñe la puerta de salida, también vaticinan que Laura Borràs, “que cada vez se ve más sola”, no lo pondrá fácil. De hecho, comparan el caso Madaula con el de Francesc de Dalmases, que pese a las reticencias de su mano derecha, fue finalmente retirado al frente de la vicepresidencia por denuncias de presunto abuso de poder.
Hoy por hoy, las fuentes consultadas por Crónica Global confirman “presiones y llamadas” para echar a una persona que forma parte del “círculo tóxico” de Borràs, junto a otros considerados del ala radical como el propio Dalmases o Jaume Alonso Cuevillas.
De serle retirada la vicepresidencia, el cargo quedaría vacante hasta la celebración de un nuevo congreso del partido, apuntan los mismos.
El momento no acompaña
Es posible que, en otro momento, estas declaraciones pronunciadas en el hemiciclo hubieran pasado desapercibidas, pero el momentum no acompaña a Madaula. Sus palabras son en la excusa perfecta para convertirse en el blanco de todos los ataques. Y es que, además, cabe recordar que la sombra del acoso se ha cernido sobre Junts en los últimos años, con algunos escándalos afectando a caras visibles de la formación y dañando la imagen del partido en momentos muy delicados frente a la -débil- hegemonía de ERC en el espacio independentista.
Los principales ejemplos están referidos a Eduard Pujol -finalmente exonerado- o el ya citado de abuso de poder de De Dalmases, quienes sobrevivieron políticamente contra todo pronóstico.
Turull, "enfadado"
Pese a ello, el recuerdo de estos casos sigue siendo incómodo para los neoconvergentes. Razón por la que estas acusaciones de Madaula han sido percibidas como “injustas” y “temerarias”, más aún teniendo en cuenta que es la vicepresidenta del partido y que ostenta uno de los cargos más cotizados como secretaria segunda del Parlament. El propio Jordi Turull está “enfadado”, aseguran las mismas fuentes, aunque “su moderación hará que sean otros los que intenten cortar cabezas”.
Sea como sea, que Madaula forme parte del mismo círculo que Borràs o Dalmases, que tantos quebraderos de cabeza han generado al partido por casos de presunta corrupción y abuso de poder, respectivamente, es una agravante que complica el futuro de Madaula. Aunque las cosas de palacio van despacio y nadie desea que los cambios se produzcan de una manera traumática que avive la crisis interna.
Por ello, la vicepresidenta tiene más posibilidad de ver “descafeinadas” sus responsabilidades que de afrontar un cese o dimisión a empujones. De una manera u otra, un paso al lado de Madaula significaría un nuevo triunfo para el sector de los pragmáticos, por no hablar de que se generaría un nuevo efecto dominó para enseñar la puerta de salida a los radicales del partido.