Mafias, más violencia y miedo a denunciar: por qué Cataluña sufre cuatro veces más okupaciones que Madrid

Los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado han registrado 4.218 infracciones de este tipo contra las propiedades inmobiliarias en Cataluña hasta agosto de 2023. Lo que es lo mismo: la región sufre una okupación cada dos horas de media, sin contar las que no se denuncian porque no se confía en la justicia -en este caso a veces los dueños recurren a servicios privados de desokupación o mediación- o, directamente, por temor a enfrentarse con los usurpadores en los tribunales.

El fracaso de la ley

El último dato supone un descenso del 14% con respecto al año anterior, pero las fuentes consultadas alertan de que la caída no se debe tanto a un parón en la actividad criminal sino al hecho de que cada vez los propietarios afectados tienden más a desistir de denunciar y buscan soluciones al margen de la vía legal, que se percibe como lenta e ineficaz. Ello podría explicar por qué en Cataluña, líder en okupaciones, estos casos han caído ese 14% mientras en la Comunidad de Madrid solo han retrocedido un 1%.

La bajada en los datos oficiales, que algunas fuentes niegan que se refleje en la realidad, no evita que el principado multiplique por cuatro el número de usurpaciones y allanamientos de vivienda que se dan en la capital. Durante el mismo periodo, los cuerpos policiales han tenido constancia de 1.025 okupaciones en Madrid, de un total de 10.345 casos contabilizados en el conjunto de España.

Un mercado negro de pisos

"Hemos detectado que hay propietarios que tienen miedo a denunciar y tienen que ser los vecinos los que les fuerzan a denunciar por las molestias y problemas que generan los okupas", señalan fuentes jurídicas. Añaden que, cada vez más, aparecen "grupos o mafias más organizadas que detectan los pisos vacíos y venden el derecho a okupar".

No es un fenómeno nuevo, porque ya hace años que "se vendía este 'derecho', pero era más entre okupas y se lo pasaban sabiendo que ya existía un procedimiento judicial para echarlos". Sin embargo, "ahora se ve una mayor organización" en estos procedimientos.

"Las mafias tienen más libertad"

Otras fuentes culpan a la ley de vivienda y a las reiteradas extensiones del periodo de suspensión de desahucios y lanzamientos impulsados por el Gobierno central. Aseguran que, bajo este nuevo marco legal, "las mafias tienen más libertad de actuación, tanto para okupaciones como para inquiokupaciones". Todo ello cuando los inquilinos legales tienen cada vez más difícil el acceso al alquiler.

Coinciden en que, "cuando se percibe que la ley no hace nada, la gente denuncia menos" y alertan de que, con las condiciones normativas vigentes en España, las bandas "tienen vía libre para expandir el negocio". A ello hay que añadir la desprotección que sienten los propietarios en Cataluña, que se convierte en impunidad para los delincuentes por el apoyo político a los okupas, que ha hecho de Cataluña la comunidad más castigada por este fenómeno.