La Assemblea Nacional Catalana (ANC) insiste en la llamada cuarta lista independentista para comerle la tostada a unos partidos, Junts y ERC, que “han cambiado de estrategia priorizando otros objetivos e invistiendo a un presidente español”. La presidenta de una de las organizaciones con más influencia en la Generalitat en 2017, Dolors Feliu, explica de este modo lo que la parte más radical del secesionismo considera una traición de las formaciones políticas tradicionales.
En una suerte de discurso de fin de año divulgado en redes sociales, la funcionaria del departamento de Presidencia asegura que su apuesta por concurrir a las próximas elecciones catalanes los ha llevado a ser “una entidad incómoda para un sector del independentismo”.
Votación al principio de 2024
“Proponemos un nuevo instrumento para combatir el inmovilismo de los partidos, una lista cívica”, certifica. Con todo, deja todos los detalles en el aire. Ni siquiera ha anunciado de forma efectiva que vayan a concurrir a las urnas. La presidenta de la ANC matiza que se trata de un proyecto que aún tiene que ser votado por el “conjunto de los asociados durante el primer trimestre de 2024”.
Sí que vende con optimismo que la “agrupación de electores” hará “realidad un nuevo embate en el que las instituciones y las movilizaciones en la calle vayan juntas”.
Asegura que “la independencia no sólo es posible, sino que es inevitable cuando un pueblo lucha por la libertad” y que esto “sólo depende de nosotros y lo conseguiremos”. Además, deja claro que la única alternativa posible es la “vía unilateral”
La fuerza menguante de la ANC en Cataluña
“No debemos dejar pasar más tiempo”, sentencia, “con fuerza y convicción lo podemos hacer”. En cuanto al poder menguante de la ANC, Feliu se resiste a reconocer la realidad de forma pública.
Asegura que 2023 ha sido el año en el que la entidad “ha recuperado el pulso de la movilización en las calles”. Sí que ha congregado a más gente que durante la pandemia y los años inmediatos que le siguieron, pero está a años luz de la fuerza que en 2017 y los ejercicios precedentes. Cuando se consiguió el momentum del independentismo y Carles Puigdemont declaró de forma simbólica la ruptura con España.
La Diada y persecución de policías
Feliu ha incluido algaradas tradicionales del nacionalismo más radical en su mensaje, como la de que “Cataluña no tiene rey” o “aquí no ha acabado nada”. También ha manifestado que la última manifestación de la Diada fue “masiva, con miles de personas”, sin mencionar que tanto Junts como ERC aceptaron participar en la protesta de septiembre.
Ha sacado pecho de “sentar a una cincuentena de policías en el banquillo de los acusados” como acusación popular -entre otras causas, está personada en la que investiga cómo perdió un ojo Roger Español el 1 de octubre de 2017- y ha denunciado el Catalangate (el espionaje con el software Pegasus), lo que tilda de “persecución del independentismo” en general.
Objetivos para 2024
En cuanto a los objetivos de la entidad política en 2024, además de votar sobre la lista cívica, Feliu anuncia que encara el nuevo ejercicio con “el objetivo de conseguir la república catalana con más movilización, haciendo red y trabajando conjuntamente con el independentismo civil”.
Todo ello, para “trabajar por la independencia con campañas, acciones y movilización” a través de los “socios y miles de voluntarios” que asegura que aún controla la ANC.