Se cumplen 90 años del fallecimiento del presidente de la Generalitat Francesc Macià y, como es tradición desde la instauración de la democracia, partidos e instituciones catalanes, nacionalistas e independentistas se han acercado hasta el cementerio de Montjuïc, donde reposan sus restos, para dejar flores en su tumba. Allí, los participantes de la ofrenda han tenido palabras poco amables hacia el Rey tras escuchar su discurso de Nochebuena, en el que hizo una defensa férrea de la Constitución y de las instituciones democráticas de España.
Uno de ellos ha sido el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès (ERC), quien ha declarado que el discurso de Felipe VI fue un mensaje "nacionalista español" que han aplaudido "la derecha y la extrema derecha". Y, de nuevo, ha metido en el mismo saco a toda la ciudadanía de Cataluña, al asegurar que esta "no se siente representada" ni por las palabras del jefe del Estado ni por la monarquía.
Recuerdo a Macià
En esta línea, Aragonès, que ha acudido a Montjuïc con numerosos consellers de su Govern en minoría, ha añadido que la intervención del jefe del Estado fue "una continuidad" de la que pronunció el 3 de octubre del 2017, tras el referéndum ilegal de independencia.
Por otro lado, ha recordado la figura de Macià, "el primer presidente de la Generalitat republicana", representante de los "valores republicanos, el compromiso con la libertad de Cataluña y la justicia social": "Queremos ser unos dignos continuadores, trabajar por la libertad de Cataluña, por la justicia social, por una Cataluña económicamente próspera".
Turull: "Irrelevante como la Corona"
La representación del Govern ha llegado a las diez de la mañana, pero, a las 08.30, ya había desfilado la comitiva de Junts. Su secretario general, Jordi Turull, ha comentado que Felipe VI se podía "haber ahorrado" su discurso, tan "irrelevante como la Corona". "Hace tiempo que renunció a hacer de árbitro ante los conflictos y que actúa de parte de los 'afectos al régimen' [ha dicho estas tres palabras en castellano]", ha declarado.
Además, ha asegurado que las palabras del jefe del Estado son contradictorias, pues "si alguien ha fomentado la semilla de la discordia es el Rey con su discurso del 3 de octubre, y aún no ha pedido perdón", ha dicho.
Òmnium cuestiona la figura del Rey
Acto seguido ha acudido a la tumba de Macià una delegación de Òmnium Cultural. Marta Garsaball, vicepresidenta de la entidad, ha defendido en su caso la lengua catalana frente a las "injerencias autoritarias de la derecha y la extrema derecha". Asimismo, ha tenido un recuerdo para "quienes están en el exilio y no podrán pasar las Navidades con sus familias". Sobre el discurso de Felipe VI, ha comentado que la figura del Rey "está muy alejada de los consensos mayoritarios de la sociedad catalana".
Por su parte, la presidenta de la Assemblea Nacional Catalana (ANC), Dolors Feliu, ha asegurado que "el sueño de Macià de una unión de pueblos libres no es posible" y ha asegurado textualmente que no es posible porque el pueblo español no quiere, como demuestra el mensaje del Rey, según ella.
Demòcrates: "No merece nuestro respeto"
Más breve ha sido la portavoz de Demòcrates, Assumpció Laïlla, quien ha urgido este lunes a proclamar la independencia de Cataluña y ha criticado a Felipe VI el día siguiente de su discurso de Navidad: "No merece, no tiene, nuestro respeto. No merece nada".
También escueto, pero contundente, ha sido el portavoz del Consell de la República (CdRep), Antoni Castellà, para quien "cualquier proceso de negociación no es posible sin confrontación" democrática y ha llamado a la unidad independentista, por lo que ha propuesto una cumbre de partidos y entidades.
Erra: "El Rey nunca falla"
Hacia el final de la ofrenda, la presidenta del Parlament, Anna Erra (Junts), ha elogiado la figura de Macià antes de comentar, también, las palabras de Felipe VI. "Nunca falla en esta voluntad de anteponer siempre la unidad, la integridad de España, y de preservar la Constitución". Es por ello por lo que considera que el mensaje "no fue para todos los catalanes" y "muestra la lejanía" de la institución para con "muchos catalanes y Cataluña".
Por último, el Ayuntamiento de Barcelona también ha realizado la ofrenda a Macià por medio del tercer teniente de alcalde, Albert Batlle.