Los CDR salen a la calle tras la inmunidad que les dará la amnistía

A través de un comunicado, los radicales llaman a la creación de un frente unitario para conseguir la "autodeterminación" y la amnistía total. “Es hora de volver a salir a las calles”, anuncian.

Pinchazo de las últimas manifestaciones

“Ante el circo esperpéntico de negociaciones y pactos”, y teniendo en cuenta que quienes tendrán la última palabra a la hora de aplicar la ley de amnistía serán los jueces, los CDR advierten: “Nosotros ya sabemos la respuesta: represión y prisión para todos”. Tras esta declaración de intenciones, los radicales se reorganizan después del pinchazo de las movilizaciones del pasado 11-S y del 1-O, fechas en las que quedó patente que los CDR atraviesan horas bajas.

Encapuchados en una protesta de los CDR en Barcelona Cedida

Ahora, con la investidura de Pedro Sánchez de telón de fondo, buscan recuperar la fuerza que tuvieron entre 2017 y 2019. Fue entonces cuando protagonizaron manifestaciones de cariz muy violento en la capital catalana. Con una pequeña diferencia. Aspiran a repetirlas de forma impune, amparados bajo la misma ley de amnistía de la que reniegan. 

El ámbito de aplicación de la ley, ampliable

La Proposición de Ley Orgánica de Amnistía para la normalización institucional, política y social en Cataluña, registrada en solitario por los socialistas el lunes en la Cámara Baja, contempla que sólo quedarán amparados bajo la medida de gracia aquellos hechos vinculados al procés independentista que se circunscriban a un periodo que abarca desde 2012 hasta el 13 de noviembre de 2023. Pero esta línea temporal podría fluctuar. 

Varios Mossos delante de contenedores quemados en la plaza Urquinaona durante la manifestación por el cuarto aniversario del 1-O / Lorena Sopêna (EP)

Así lo explica Abraham Barrero, catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Sevilla. Sostiene que durante la tramitación parlamentaria, la norma es susceptible de sufrir modificaciones. “Si acontecieran nuevos hechos que se quisieran amnistiar se podría ampliar el ámbito de aplicación de la ley”, asegura en relación a las protestas que podrían sucederse en los próximos días.

En la misma línea, Pablo de Palacio, abogado, manifiesta que los grupos parlamentarios podrán proponer modificaciones en el plazo de enmienda y que, por lo tanto, los radicales que se manifiesten en los próximos días podrían quedar amparados en esta medida de gracia si se pidiera. 

Contenedores quemados por los CDR en la Plaza Catalunya de Barcelona / TV3 (TWITTER)

Estará en vigor a principios de 2024

La proposición de ley para la amnistía seguirá el mismo curso que cualquier otra: primero se debatirá en el Congreso de los Diputados y después en el Senado, donde previsiblemente será vetada o enmendada, dado que en la Cámara Alta el Partido Popular goza de mayoría absoluta. “Del Senado, la proposición de ley volverá al Congreso, que tiene libertad para levantar el veto y descartar las enmiendas planteadas”, recuerda Barrero.

Teniendo en cuenta que se decretará un procedimiento de urgencia, el catedrático indica que en torno a febrero o marzo de 2024 la ley de la amnistía habrá sido aprobada y será difícil tumbarla. “Formalmente, si uno lee la exposición de motivos de la ley es claramente constitucional, por lo que previsiblemente el Tribunal Constitucional la validará”.

La vía europea de la ley 

En este sentido, explica que los críticos de la ley no pueden esperar el amparo del Alto Tribunal, pero sí del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), que podría poner alguna pega.

“Tendrá que pronunciarse sobre si se ajusta al derecho de la Unión Europea que en un contexto de investidura se saque adelante una ley de amnistía para exonerar a los aliados del Gobierno porque, además, sus votos son decisivos. No creo que la anule, pero sí que le llamará la atención esta especie de autoamnistía”, añade el catedrático.

Torra: el presidente del "apreteu"

Durante años, los CDR fueron amparados por los presidentes de la Generalitat. Uno de los más sonados fue Quim Torra, conocido por sus soflamas radicales y su cercanía a los antisistema. Cabe recordar sus declaraciones durante un discurso en Sant Julià de Ramis (Girona) cuando, con motivo del primer aniversario del referéndum ilegal del 1-O, les azuzó a mantener el pulso de reivindicación en la calle. 

“Apreteu, feu bé en apretar” ("apretad, hacéis bien en apretar"), expresó el entonces president. Posteriormente, un arrepentido de la Operación Judas le implicó por conocer los planes de los CDR durante esos días de máxima tensión. Según uno de los interrogatorios prestados ante la Guardia Civil y la Audiencia Nacional, Torra habría tenido conocimiento de algunos planes previstos por los radicales, así como de la intención de acceder por la fuerza al Parlament. 

Miembros de los Comités de Defensa de la República (CDR) durante una manifestación de 2018 EUROPA PRESS

Un movimiento desinflado

Pero la situación en Cataluña ya no tiene que ver con la de los años álgidos del procés. Los episodios de violencia vividos en sus calles quedan lejos y, más todavía, el apoyo a sus convocatorias. Y es que se trata de un movimiento muy desinflado, más aún en el contexto actual, cuando los partidos independentistas han abierto el camino del diálogo y la negociación con el Gobierno.

Los CDR se agarran ahora al acuerdo de investidura para ganar influencia. Pero no será a costa de ERC ni de Junts. Si bien en público tratan de convencer a sus bases de que no han renunciado a la unilateralidad, en privado reconocen sus virajes para recuperar poder institucional en Madrid. 

La eurodiputada de Junts Clara Ponsatí, con los CDR EP

Así, los CDR deberán esperar a ser guiados por una cuarta lista independentista que estará formada por los secesionistas más radicales. Entre ellas, la eurodiputada y exconsellera de Cultura, Clara Ponsatí, muy crítica con Carles Puigdemont y Oriol Junqueras, y partidaria de continuar en la confrontación con el Estado.