Los partidos independentistas tratan de ningunear la manifestación constitucionalista del próximo domingo en Barcelona en contra de la amnistía y el referéndum de autodeterminación que reclaman ERC y Junts al PSOE. El último en hacerlo ha sido el president de la Generalitat, Pere Aragonès, que se ha mostrado convencido de que “no afectará” a las negociaciones para la investidura de Pedro Sánchez. Y es que, en la línea de lo que viene defendiendo en los últimos días, considera que esta medida de gracia se puede dar por descontada: “Es un hecho”.
Así lo ha expresado el republicano en una rueda de prensa este viernes tras reunirse con el ministro de Baden-Wüttemberg, Winfried Kretschmann, y el día después de intercambiar reproches con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, por redes sociales.
En un vídeo, la popular apuntó que “España no puede quedar en manos de minorías rabiosas que la odian”, por lo que reivindicó la manifestación de este domingo en Barcelona a la que ella acudirá, junto al líder de su partido, Alberto Núñez Feijóo, y otros dirigentes como Santiago Abascal. Tras estas declaraciones, el president salió al ataque: “Nosotros estamos siempre en Cataluña. Este domingo y cualquier otro día, siempre al lado de la ciudadanía”, afirmó.
El 8-O "no afectará" a las negociaciones
Aragonès se ha mostrado convencido y confiado en que la concentración convocada por Sociedad Civil Catalana -bajo el lema No en nuestro nombre: ni amnistía ni autodeterminación- no afectará “a la decisión sobre el futuro de Cataluña o el futuro de España”. Asimismo, ha sido muy tajante al asegurar que las negociaciones para la reelección de Sánchez “dependen de los votos en el Parlamento y no de lo que se grite en la calle, y aún menos cuando el mensaje es contrario a encontrar soluciones para acabar con la represión y para continuar los caminos de la negociación, el diálogo y el acuerdo para que la ciudadanía catalana pueda decidir libremente su futuro", ha señalado.
Asimismo, ha dicho que mientras "algunos dirigentes del Estado vendrán a Barcelona, se manifestarán y volverán a irse, nosotros estaremos aquí cada día trabajando por el bienestar de los ciudadanos". Y ha enviado un mensaje a dirigentes como Feijóo, Abascal o Ayuso, que estarán el fin de semana en la Ciudad Condal: "Cuando se vayan, les pedimos que la critica, el odio y la amargura se la lleven de vuelta a casa".
No es el único miembro del Govern que ha criticado la manifestación del 8 de octubre. También la portavoz Patrícia Plaja tildó a los convocantes de “catalanófobos”.