El president de la Generalitat, Pere Aragonès, insiste en que su gobierno no modificará su política lingüística. Considera que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) se ha “extralimitado de sus funciones” con las sentencias del 25% de castellano en tres escuelas catalanas. 

En este sentido, el republicano ha avisado de que las leyes que se aprueban en Cataluña son las que se deben cumplir, en referencia a las llamadas leyes del catalán que esquivan los porcentajes lingüísticos aprobadas en el Parlament. 

"Impacto cero"

En una visita este jueves a la escuela Ramon Llull de Rubí (Barcelona), el president ha advertido de que el TSJC se “extralimita claramente en sus funciones”. “Quiere hacer de Tribunal Constitucional, de Parlament y de Govern”, ha dicho en referencia a las tres sentencias de ese tribunal que califican la ley catalana de inconstitucional. 

En la misma línea se pronunció el miércoles la consellera de Educación, Anna Simó, quien aseguró que la sentencia del TSJC tendría “impacto cero” en el próximo curso. “El TSJC no tiene capacidad de modificar el modelo lingüístico de Cataluña”, expresó en una entrevista en El Món a Rac1. 

"Los jueces no pueden hacer de docentes"

El tribunal comunicó las resoluciones este martes a la Conselleria de Educación, en las que exigía impartir una asignatura adicional en castellano, además de la propia en lengua catalana. Ante esto, el president ha señalado: "Igual que los docentes no hacen de jueces, que los jueces no hagan de docentes". 

Sobre si la normativa catalana de lenguas en la enseñanza es inconstitucional, Aragonès ha insistido en que "esto lo decidirá el Constitucional, no el TSJC". Y ha recordado que su política lingüística tiene “el consenso de la comunidad educativa, está basada en fundamentos pedagógicos” y tiene “una amplísima mayoría del Parlament, una mayoría transversal".

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