Las direcciones de los colegios de Cataluña están hartas de la gestión patosa del Govern. La elevada carga de trabajo y burocracia está provocando una oleada de dimisiones ya perceptible en municipios como Vilanova i la Geltrú (Barcelona), donde tres de los cinco institutos se han visto afectados por estas marchas. Este trabajo "no está pagado", aseguran en declaraciones a Crónica Global.
El conflicto laboral con los sindicatos que derivó en huelgas educativas, el cambio en el calendario escolar, la pésima climatización de los colegios y las controversias lingüísticas son sólo algunos de los motivos que mantienen a las direcciones "quemadas" y que las llevan a dejar escapar la que, hace años, hubiese sido su gran oportunidad profesional.
Muchas polémicas
El sistema educativo catalán lleva demasiado tiempo inmerso en polémicas. El anuncio unilateral del exconseller Josep Gonzàlez-Cambray de avanzar el calendario escolar revolucionó a unos sindicatos que acabaron convocando, en pocos meses, una decena de huelgas que impactaron en el funcionamiento habitual de las escuelas. A esto se suman las adversidades del día a día, como la falta de climatización en las aulas, y la obsesión del Govern con el catalán, que en demasiadas ocasiones ha puesto en el punto de mira a los directores.
De hecho, un nuevo anuncio de la consellera de Educación ha vuelto a indignar al colectivo. En una rueda de prensa, Anna Simó ha explicado este lunes las intenciones de su gobierno de fomentar la lengua en los colegios de Cataluña reclamando a las direcciones que "garanticen que la lengua catalana es la lengua usada como vehicular", tal y como expresa el borrador del decreto del régimen lingüístico del sistema educativo --anunciado como respuesta a la decisión del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) de mantener el 25% de castellano en tres colegios--.
La escuela, el centro de gravedad
En este sentido, las fuentes consultadas por este medio advierten de que "bastantes problemas tienen ya las direcciones como para exportar pureza lingüística respecto a su entorno". Asimismo, recuerdan que la escuela es "educadora", pero no debe ser el centro de gravedad de toda la sociedad. "Ya tenemos inconvenientes derivados de los recortes, pandemia o crisis económica como para asumir otros que son ajenos", afirman.
Así, los directores están cansados de "tanta burocracia y sobrecarga de trabajo". Por eso, exigen a la titular de Educación que les "cuide", teniendo en cuenta que son una pieza fundamental a la hora de construir "proyectos educativos necesarios para su comunidad, para los niños", aseguran también desde la Federación de Movimientos de Renovación Pedagógica de Cataluña.
En los últimos días, los sindicatos educativos se han quejado de que la Generalitat ha otorgado en numerosas ocasiones demasiado poder a las direcciones en la contratación de personal a través del llamado decreto de plantillas. Sin embargo, cabe destacar que no todas llevan a cabo el amiguismo y enchufismo a la hora de seleccionar a su equipo. Y es que la mayoría "delega y potencia el trabajo de sus docentes, que acompaña a sus alumnos a construir un proyecto de vida".
"La vocación tiene un límite"
Teniendo en cuenta el papel que desempeñan para el futuro de los pequeños, las mismas voces consideran que la Generalitat no les apoya lo suficiente, por lo que no les compensa ni siquiera el plus que cobran por ostentar el cargo.
Entre el sueldo de un director y un profesor hay unos 500 euros de diferencia, aproximadamente. "La responsabilidad no está pagada", aseguran en declaraciones a este medio, donde recuerdan que "la vocación tiene un límite".
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