La campaña de las elecciones generales del 23J acaba de arrancar sin apenas sorpresas en lo que respecta a los mensajes y las perspectivas de voto. Excepto en el caso de ERC, el partido catalán que más se juega en estos comicios.

Los republicanos hacen oídos sordos a los ataques de su principal rival independentista, Junts per Catalunya (JxCat), que les acusa de haber abandonado el mandato del 1-O. Sin embargo, el partido que propone a Gabriel Rufián como cabeza de lista ha comenzado esta campaña dirigiendo sus dardos contra Sumar y su renuncia a un referéndum independentista.

La portavoz de Junts y cabeza de lista a las elecciones generales, Míriam Nogueras, con miembros de su candidatura EUROPA PRESS

La estrategia de Esquerra, que baja en las expectativas de voto sin que quede claro si sufrirá el sorpasso de Junts (o incluso del PP), demuestra la encrucijada que asumirá el partido en un futuro, según los politólogos consultados por Crónica Global. Si PP y Vox gobiernan, el retorno a los años duros del procés está servido y no garantiza que ERC lidere ese frente independentista. Si PSOE y Sumar logran mayoría, ERC se enfrentará con sus propias contradicciones.

Sondeos

Los trackings internos de los partidos, así como el último barómetro de Centro de Estudios de Opinión (CEO) de la Generalitat apuntan a una victoria amplia del PSC el 23J gracias a aglutinar el voto útil contra una alternativa conservadora en el Gobierno de España. Los socialistas arrebatarían el primer puesto que ERC ganó en 2019.

Junts per Catalunya, que sale a reivindicar el legado de Carles Puigdemont con un discurso muy duro contra el Estado español y la “rendición” de ERC ante PSOE y Sumar, aguanta e incluso podría avanzar posiciones. Con permiso del PP, que podría dar un gran salto en Cataluña, mientras que Sumar queda rezagada.

Estimación de escaños en las elecciones generales de 2023

“La pregunta es qué consecuencias tendrán las generales para ERC. Un gobierno PP-Vox relajaría mucho el espacio independentista ya que volverían a tener un gobierno hostil y volveríamos a los años oscuros del procés. Una victoria y gobierno socialista dejaría a ERC ante sus contradicciones”, reflexiona Gabriel Colomé, profesor de Ciencia Política de la Universitat Autònoma de Barcelona y director del Institut de Ciències Polítiques i Socials (ICPS).

El politólogo subraya la estrategia de Esquerra, en el inicio de esta campaña de las generales, de tratar a Sumar como su principal rival. Tanto ERC como la confluencia de los comunes registran retrocesos en el último sondeo del CEO. Según este barómetro, PSC es el partido que más voto retiene, pero también el que recibe más transferencia de electores, principalmente de Ciudadanos, PP y comunes.

Distribución de escaños si se celebran elecciones autonómicas CEO

ERC ha entrado en el cuerpo a cuerpo con Sumar, rival en el eje izquierda-derecha, en un intento de frenar el ascenso de PSC. La renuncia del partido que lidera Yolanda Díaz a apoyar un referéndum de independencia --Podemos y los comunes siempre se mantuvieron equidistantes al respecto-- ha cargado de argumentos el discurso de Rufián. Pero también permite a Junts insistir en lo que parece ser su eje de campaña: en el fracaso de la mesa de diálogo entre ERC y PSOE-Podemos.

Frente común fallido

Valentí Puig, presidente del Consejo Asesor del Club Tocqueville, entiende que, tras las elecciones municipales del 28M, donde los republicanos sufrieron un importante descenso --perdieron 300.000 votos respecto a hace cuatro años--, el partido “ha pasado a alinearse aún más con Pedro Sánchez con la excusa de frenar el avance de la España negra”.

Meritxell Batet, cabeza de lista del PSC en las elecciones generales PSC

De hecho, el presidente Pere Aragonès intentó embarcar a Junts y CUP en un frente común para evitar la victoria de PP y Vox. Pero fue en vano. Nunca se llegaron a concretar puntos programáticos a compartir de cara al 23J. Al contrario: los neoconvergentes están atizando fuerte a sus antiguos socios de gobierno, a quienes presentan como representantes de un "independentismo facilón" que reniega del mandato del 1-O.

Junts apuesta abiertamente por desestabilizar el futuro Ejecutivo español, sea del color que sea. Todo un órdago para Aragonès, que actualmente gobierna en minoría la Generalitat, presionado por el auge del PSC y las exigencias identitarias de Junts. Aragonès asegura que los resultados del 23J no condicionarán la legislatura catalana, que oficialmente concluye en 2025. ¿Aguantará?

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