Paneque (PSC): “Los gobiernos independentistas han convertido Girona en una ciudad en vía muerta”

Sílvia Paneque (Llagostera, 1972) venció con el PSC en Girona en las pasadas elecciones municipales del 28 de mayo. Pero Guanyem, ERC y Junts per Catalunya han negociado un pacto para impedir que los socialistas vuelvan a gobernar la ciudad.

"Estoy convencida que hay independentistas que han votado al PSC pensando que era lo mejor para la ciudad", afirma en una entrevista con Crónica Global.

Este sábado no veremos a una alcaldesa socialista en Girona...

Tenía la esperanza hasta el último momento de liderar el gobierno de Girona. Pensaba que teníamos razones suficientes, un proyecto de ciudad, una candidatura. Hice un último llamamiento a las fuerzas políticas del Pleno para abrir programas y para ponernos de acuerdo en propuestas programáticas de ciudad.

¿Había negociado con otros grupos?

Lamentablemente, tengo que constatar que no ha habido ninguna vía de negociación profunda, ni siquiera casi superficial, ni con Guanyem ni con Junts. Y digo lamentablemente porque hemos ganado estas elecciones, somos la fuerza más votada, no por una pequeña cantidad, por casi 700 votos. Somos la única fuerza que hemos ganado votos respecto a las elecciones anteriores. La única, el resto han perdido. Incluso Guanyem ha perdido 300 votos, con lo cual pensamos que debíamos liderar esta negociación y lamentamos que estas dos fuerzas no hayan querido ver qué recorrido podría tener. La única vía que les une es hacer un pacto en contra de nuestra candidatura y en contra de que podamos liderar este gobierno a partir del sábado.

¿Qué consecuencias tendrá ese pacto entre Guanyem, ERC y Junts?

Cuatro años más de inestabilidad para la ciudad de Girona, y lo digo porque ellos mismos han declarado que aquello que les une es el modelo nacional, el del independentismo. Ya hemos tenido cuatro años de gobierno independentista con Marta Madrenas. Pero el resultado de las urnas ha ido en otro sentido. Entiendo que puede haber diferentes modelos de organización en el ámbito nacional catalán, pero justamente esta competencia no la tenemos en el ayuntamiento. Y en cambio, sí tenemos competencias en educación, en transformación urbanística, movilidad, economía. Junts y Guanyem no han hecho otra cosa en estos 15 días de campaña que demostrar que tienen un modelo de ciudad opuesto totalmente. Si no se están poniendo de acuerdo en competencias que tienen los ayuntamientos, el de Girona también, pues nos llevan a una inestabilidad y a un único punto en común que nos ha llevado a tener una ciudad en vía muerta. Totalmente parada y olvidada de la gestión del día a día.

Se esperaba que el PSC lograra buenos resultados, pero que ganara ha sido una sorpresa...

Sí, bueno, una sorpresa agradable (ríe). Sí que es cierto que nosotros confiábamos mucho en nuestras posibilidades, no solo desde el PSC, sino por todo un grupo de personas, Gironins pel Canvi, que desde la sociedad civil veían en nuestro proyecto, más allá de las siglas del partido, el mejor para liderar los próximos años de gobierno en Girona. Han sido cuatro años de picar piedra, de estar muy presentes en la ciudad, en los actos, en el día a día, en la calle, en el puerta a puerta. Es verdad que, visto desde fuera, ha sido una sorpresa, y nosotros nos mostramos muy satisfechos por una victoria que pensamos que es clara, que es muy transversal. Hemos ganado en nueve barrios de Girona, nos diferencian 700 votos respecto a la segunda fuerza. El PSC no podía decir que había ganado unas elecciones desde hace 16 años en Girona, con lo cual, es mucha satisfacción. Nuestro crecimiento desde el año 2014-2015, cuando empiezo a liderar el proyecto en Girona, ha sido gracias a un trabajo constante, riguroso, humilde. No puedo más que agradecer a todas las personas que nos han dado esta victoria.

Silvia Paneque, líder municipal del PSC en Girona Luis Miguel Añón Barcelona

Entiendo entonces que la llamada a la abstención por parte de un sector independentista no ha sido tan determinante y sí una campaña centrada en propuestas para la ciudad, mientras otros siguen encallados en el procés.

Desde enero que ya empieza a haber este ambiente más preelectoral, la ciudadanía ya está instalada en saber qué programa y qué propuestas. Y sin renunciar, algunos de ellos, al proyecto nacional independentista, quieren saber qué modelo y qué Girona imaginamos para los próximos cuatro años. Y es verdad que la campaña se centró principalmente en estos temas. En 2019 siempre hubo un bloque de modelo nacional, en el 2023 había un bloque de pactos, porque parecía evidente que no habría una mayoría muy diferenciada como para gobernar en solitario. Excepto Gemma Geis (Junts), que sí que señala el modelo nacional como una línea roja para poder pactar con nosotros, el resto de fuerzas, ERC y Guanyem, siempre hablan de cambio y de propuestas programáticas. Siempre hablan de Girona como único sujeto político e incluso dicen que lo importante va a ser el qué, no el quién, en qué nos podemos poner de acuerdo. Ha sido una campaña muy centrada en propuestas, en vivienda que es un problema que tienen muchas ciudades. En movilidad, porque tenemos pendiente el tema de la zona de bajas emisiones, preparar ciudad para el cambio climático, y en transformaciones urbanísticas y en turismo. En estos temas tenemos muchos puntos en común con las fuerzas progresistas de la ciudad. Por lo que extraña que no hayan querido ni sentarse a hablar.

Recuerda aquellos pactos de la CUP con Convergència y Artur Mas, que condicionaban gobiernos con partidos tan diferentes ideológicamente.

Es absolutamente contradictorio, Y es más: durante la campaña ellos mismos habían manifestado propuestas y manifestaciones claras,con lo que el pacto Guanyem-Junts era el único que no había salido en ningún debate. Todo el mundo daba por hecho, ellos también, que no se podían poner de acuerdo dos modelos tan diferentes. Y luego aquí hay otro elemento. Guanyem y la CUP en Girona y en toda Cataluña siempre han sido muy reacios a alargar mandatos, a repetir figuras o candidatos. Pero Lluc Salellas, al presentarse en estas elecciones, ya se salta los estatutos internos con este invento de Guanyem. Dicen, bueno, pues un mandato más. Pero las bases le ponen como condición que este mandato es para llegar al gobierno, que si no se produce, en un año y medio o dos tenía que dar relevo a Cristina Andreu, que es la número dos de la candidatura. Esto es un argumento muy pragmático y muy alejado del supuesto idealismo que defienden después a nivel público y político. Es una contradicción muy evidente, que yo creo que la ciudadanía de Girona no está entendiendo bien tampoco.

¿Durante las negociaciones se habló de la Diputación de Girona? Hemos visto un pacto ERC-PSC en Tarragona y Lleida.

Soy consciente de que vivo en una ciudad donde hay un porcentaje de personas que se declaran independentistas o se definen como independentistas. Yo tenía muy claro que nuestro proyecto tenía que estar centrado únicamente en la ciudad de Girona y en propuestas para Girona. Y lo he dicho desde el principio y tengo que ser coherente, o sea, no puede haber un cambio de cromos. Nosotros nos hemos centrado en Girona y hemos reclamado y seguimos reclamando que el único sujeto político de la negociación sea Girona. No lo queremos mezclar con otras cuestiones. En cada municipio, en cada ciudad, hay que ver cuál es la mejor fórmula. Yo, orgánicamente, también soy primera secretaria de la agrupación de Girona, por lo que también he tenido que formar parte de negociaciones de diferente naturaleza en el Gironès. Siempre le he preguntado a nuestros candidatos cuál es el mejor pacto para este municipio, con quién damos mayor estabilidad y mejor gobierno. Y lo tengo que mantener para Girona y para la Diputación también.

Se le puede reprochar al PSC que también haya participado en cordones sanitarios contra listas ganadoras. Por ejemplo, el caso de Figueres en 2019, donde ahora ha ganado Junts por mayoría. Quizá la ciudadanía castiga esas prácticas.

Bueno, yo no lo llamaría cordón, pero sí que es verdad que a veces se han practicado estos pactos. Parecía en aquel momento que era el mejor acuerdo para Figueras y así lo defendimos. Nos parecía que después de unos años de gobierno de Junts hacía falta un revulsivo y un pacto progresista. Ciertamente, tenemos que hacer autocrítica, la ciudadanía también nos ha dado un mensaje con este trabajo de estos cuatro años en Figueres. Pero, en cualquier caso, cuando se forjó ese pacto, se hacía en clave progresista. El PSC es una fuerza central en la política catalana, y es verdad que hay pactos de diferente naturaleza, pero como digo, siempre nos guía qué es aquello que pensamos que es los mejor en clave de gobernabilidad y de estabilidad. Porque volviendo a Girona, si hay este pacto alternativo a la contra, ¿qué cuatro años nos esperan? Si aquello que les une es lo único que no podemos hacer desde Girona, y lo que podemos hacer desde Girona justamente es lo que les separa a estos socios de gobierno, ¿qué cuatro años nos esperan de discusiones entre socios, de no ponerse de acuerdo en temas tan centrales como el turismo, como la vivienda, los pisos turísticos, el progreso económico, el comercio? En cambio, con Lluc Salellas como alcalde vamos a ver años de retroceso en estos ámbitos que digo. Por eso decimos que la coherencia, el buen gobierno y la estabilidad tienen que ser eje fundamental en los diferentes pactos de gobierno que se hagan.

Silvia Paneque, líder del PSC en Girona Luis Miguel Añón Barcelona

Siempre se ha dicho que Girona es el feudo de Puigdemont. ¿Influye todavía?

Seguro que es un elemento que tiene influencia en Girona, por haber sido su alcalde. Pero yo dije en el último acto político que tuve antes de las elecciones, en el Teatre Municipal, que yo estaba convencida que esta vez los gerundenses votarían solo pensando en Girona y en su futuro. Y yo creo que esto es evidente en los votos que hemos conseguido en estas elecciones, de dónde vienen y de qué barrios vienen. Es un voto muy transversal. Yo estoy convencida que hay personas independentistas que han votado nuestra candidatura pensando que era la mejor para la ciudad. Somos personas muy orgullosas de nuestra ciudad, y no hemos visto con buenos ojos, no sé si la degradación sería la palabra, pero sí el parón que ha habido, esta falta de ambición de querer liderar desde Girona y no colocarla como un símbolo en un proyecto nacional. Durante mucho tiempo, Girona ha liderado políticas importantísimas, nadie se explica cómo una ciudad con cuatro ríos, donde tenemos un anillo verde que nos rodea y el parque de la Devesa, no hayamos hecho absolutamente nada en transición ecológica ni en transición energética, que estemos a la cola. Yo estoy convencida de que con un gobierno de progreso liderado por el PSC esto hubiera sido totalmente posible, porque tenemos un tamaño de ciudad que nos lo podemos permitir. Podemos hacerlo. Creo que las urnas nos dan la razón.

Que un independentista le vote, como dice, confirma esas dinámicas municipales donde la persona importa más que las siglas…

Da un mensaje de que lo que importa es la ciudad, no tanto que sea la capital de la Cataluña independiente. Si el pacto nos sitúa en la oposición, y no digo la ciudadanía porque ésta nos ha dado la victoria en estas elecciones, continuaríamos en la línea que hemos actuado estos años. En aquello que sea bueno para la ciudad, ahí va a estar el PSC con la mano tendida para poder colaborar y ayudar, pero también seremos contundentes, porque estamos segurísimos de que puede haber diferencias muy importantes entre socios. Y haremos mucho trabajo de calle. No es que nosotros vayamos a visitar los barrios, es que somos gente de los diferentes barrios de Girona. Tenemos una candidatura llena de personas independientes, profesionales de diferentes sectores y estamos convencidos de que si el pacto nos sitúa en la oposición, tendríamos seguro en 2027 una mucho más amplia mayoría. Estamos convencidos y, si nos toca, haremos este camino.

¿Qué valoración hace de la entrada de Vox y del PP en el ayuntamiento?

Nosotros lamentamos siempre que en las instituciones entre la extrema derecha. Es verdad que en Girona ha entrado por apenas 30-40 votos. En cualquier caso, como hemos hecho en otras instituciones, en el Ayuntamiento de Girona favoreceremos su aislamiento en tanto que es una fuerza política que se manifiesta en contra de derechos fundamentales recogidos en nuestra Constitución. El caso del PP evidentemente es diferente, no se manifiestan, al menos de momento, en estos mismos términos. Tenemos diferencias abismales con su candidato, Jaume Veray, pero la relación será diferente. En cualquier caso, era evidente que después de cuatro años de no estar en el Pleno y con la desaparición de Ciudadanos, el PP entraría.

¿Qué opina de la victoria de la extrema derecha de Aliança Catalana en Ripoll?

Lo que ha pasado en Ripoll habrá que analizarlo también con calma. Cuando hablo de analizar los casos uno a uno, en Ripoll debe haber un pacto para evitar que esta fuerza llegue al gobierno. Pero sí que es verdad que las fuerzas políticas con representación en Ripoll tenemos que hacer una reflexión sobre cómo luchar contra estos mensajes populistas, que vienen a dar respuestas fáciles a problemas muy complejos, para que no calen en una población que tiene muchas dificultades, que en algunos barrios ve a otros como competidores a la hora de encontrar trabajo o a la hora de tener vivienda.

¿Cuáles son las primeras medidas que usted llevaría a cabo en la ciudad?

Primero un plan de choque de rehabilitación del espacio público, que había sido fundamental con los gobiernos socialistas, pero ahora ha perdido calidad. Tanto en términos de adaptarlo al cambio climático como de accesibilidad, de mantenimiento de las plazas, jardines, zonas verdes... O sea, un plan de choque para dejar la ciudad a punto. Que las personas, cuando en septiembre empiecen su actividad laboral y los niños vuelvan al colegio, encuentren una ciudad a punto para ser vivida. Luego hay temas más de fondo, como vivienda, movilidad y promoción económica. Algunas transformaciones urbanísticas de las que he hablado en campaña tienen que ser ejes fundamentales del desarrollo de estos cuatro años.