El último gran contrato de Cambray: 74 millones en pizarras digitales

Como informó este medio, el Govern tiene en marcha otra gran adjudicación para llenar de robots los centros tanto de primaria como de secundaria. En este caso, suma más de 24 millones de euros. Ambas medidas llegan, sin embargo, en pleno replanteamiento pedagógico de la conveniencia de estos instrumentos en el aulario.

31.176 paneles interactivos

Ahora, el Centro de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información (CTTI), que ejerce de brazo licitado del Departamento de Educación, saca a concurso la compra de 31.176 paneles interactivos de distintas pulgadas. Los artilugios se destinarán a equipamientos públicos y concertados.

El expediente, que se ha dividido en cuatro lotes y se halla en fase de evaluación, ha contado con las propuestas económicas de Telefónica, Orange, Seidor y Dominion, entre otros grupos.

Unos alumnos en el patio de una escuela EP

Pagado con fondos europeos

El empeño digitalizador de la consejería que acaba de recaer en manos de Anna Simó no hubiera sido posible sin el maná de los fondos europeos. La palanca de los Next Generation se ha vuelto esencial para desplegar una estrategia iniciada en 2020 para posicionar a la comunidad como referente tecnoeducativo en España --aunque el resto de autonomías también compiten por el mismo propósito--.

De hecho, la Generalitat ha precisado que estos fondos son finalistas. Por tanto, si no se usan para este fin no pueden destinarse a otras inversiones en el sistema educativo.

Anna Simó y Josep Gonzàlez-Cambray en el traspaso de carteras este lunes en la Conselleria de Educación ALBERTO PAREDES EUROPA PRESS

Un plan de 200 millones

Pero la ambición del Gobierno autonómico es clara, como puede consultarse aquí. Para muestra, un botón: "El plan de educación digital de Cataluña 2020-2023 (...) tiene como objetivo contribuir al desarrollo de las competencias digitales que los ciudadanos necesitan para vivir y trabajar en una sociedad caracterizada por las transformaciones y cambios acelerados derivados de las mismas tecnologías".

Además, hay que destacar que el propósito de las autoridades no se circunscribe a los alumnos, sino que son los propios profesores quienes deben formarse en los nuevos métodos educativos. Este 2023 debe empezar a revisarse el impacto de un plan que, en su conjunto, está sufragado con unos 200 millones de euros.

Será entonces cuando la comunidad educativa, formada por alumnos, familias, docentes y especialistas, podrá valorar los efectos de la sustitución de la tiza por el puntero electrónico en las aulas.