El nivel de comprensión lectora de los alumnos de Cataluña es desastroso. Así lo evidencia el último informe de PIRLS, que ha encendido las alarmas de los expertos, que ponen en tela de juicio el plan digital de la Consejería de Educación. Los expertos consultados por Crónica Global, así como familias y el profesorado, consideran que la Generalitat abusa de las pantallas en las aulas en detrimento del libro de texto. Por eso, las voces consultadas apuestan por compatibilizar ambos métodos educativos, pero nunca olvidando el tradicional.
“Privarse del libro sería privarse de una de las mejores fuentes que hemos tenido a lo largo de la historia”, expresa Miguel Ángel Barbero, director de los grados de Educación de la Universidad Abat Oliba CEU.
¿Se usan demasiado las pantallas?
El nivel de lectura de los estudiantes de Cataluña ha bajado 15 puntos desde 2016. Aunque la media global en España ya es negativa, la catalana es todavía peor: hoy por hoy, sólo están por debajo Ceuta y Melilla. ¿Cuáles son los motivos tras estos pésimos resultados? Según los profesores consultados, la complejidad en las aulas ha aumentado, lo que significa que “se dedican menos recursos humanos a la atención directa al alumnado”. Pero sobre todo, “la moda de incrementar las pantallas en todas las escuelas e institutos ha ido en detrimento del libro físico, con todo lo que ello implica”, expresan.
En este sentido, Barbero cree que la tecnología es positiva, pero que no se debe dejar de lado “la lectura y la escritura físicas” como herramientas para “entender el mundo”. “Somos seres de relato. Si no sabemos escribir o leer, la comunicación quedará coartada, seremos sujetos de manipulación y quedaremos excluidos”, expresa.
Las familias, también responsables
Para ello, es imprescindible desarrollar el hábito de leer. Una rutina en la que juega un papel esencial tanto la familia como la escuela, pero sobre todo la primera. De hecho, los docentes consultados aseguran que “se nota mucho esos alumnos que han sido estimulados y que han trabajado la escritura y la lectura” desde sus casas. Por eso, dan un toque de atención a los padres para que “se olviden de las pantallas”, incluidos ellos mismos.
¿Qué se puede hacer desde casa para incentivar la lectura? Para empezar, hay que lograr que lo niños "vuelvan a disfrutar y a emocionarse con lo que cuentan los libros". "El pequeño chip que hay que cambiar es que hay que dedicarle tiempo, que hay que apagar en algún momento la tele y que hay que volver a reunirse en familia". Y es que no cabe duda de que, en ocasiones, la pantalla digrega, mientras que el relato o contar una historia que sea atractiva "nos entretiene y nos reúne como familia".
Las medidas de los colegios
Pero también tienen responsabilidad los colegios, que deberían "compatibilizar los recursos tradicionales" con los interactivos. "En los currículums educativos se habla mucho de tecnología y de inclusión a través de ella. Eso está muy bien, pero no olvidemos que saber escribir y leer son el factor de inclusión social más potente", agrega el experto.
Lo cierto es que, hoy por hoy, "no podemos plantear una educación sin tecnología, porque está a la orden del día y porque es una herramienta de trabajo que se va a utilizar prácticamente en todos los sectores". Sin embargo, abandonar el libro sería "privarse de una de las mejores fuentes que hemos tenido a lo largo de la historia".
Esto lo tienen claro en países como Suecia, cuyas cifras de comprensión lectora están por encima de la media europea, pero que han empeorado en relación a cinco años atrás. Por eso, desde el gobierno sueco han recuperado los libros de texto destinando 60 millones de euros en favor de ese recurso y frenando, así, la estrategia de aprendizaje digital.
La inmersión lingüística, otro problema
Pero en el caso de Cataluña se suma una dificultad añadida que explica los pésimos resultados del PIRLS: la inmersión lingüística. Según Barbero, el hecho de que en Cataluña se fomente sólo el catalán nos priva "de muchos recursos, de muchas herramientas que están disponibles en castellano y que no debemos despreciar". Así, cree que se debe "ampliar el horizonte de las lenguas en ambos sentidos" --también el castellanohablante hacia el catalán--.
Lo mismo critican desde la Asamblea por una Escuela Bilingüe (AEB), cuya portavoz Ana Losada asegura que algunos padres "que se han ido a otras comunidades autónomas, se han dado cuenta de que sus hijos están un curso por debajo".
Sea como sea, es evidente que Cataluña tiene un problema en comprensión lectora. Pero lo más preocupante es que la Consejería de Educación de la Generalitat -liderada por Josep Gonzàlez-Cambray (ERC)- ha planteado una serie de medidas, como el fomento de lectura durante media hora, que son una "cortina de humo". Y es que la comunidad educativa advierte de que los resultados del estudio PIRLS implican una enmienda a la totalidad a las políticas educativas del Govern.
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- Josep Gonzàlez-Cambray