El conseller de Educación de la Generalitat de Cataluña, Josep Gonzàlez-Cambray (ERC), ha alardeado este miércoles en la sesión de control del Parlament de incumplir las sentencias judiciales firmes del Tribunal Superior de Justicia (TSJC) que obligan a impartir al menos un 25% de las clases en castellano en todo el sistema educativo de la autonomía, que pusieron fin al sistema de inmersión monolingüe obligatorio en catalán impuesto desde la época de Jordi Pujol como presidente.
Cambray ha calificado de "injerencia" la acción de la justicia en defensa del bilingüismo, y ha esgrimido como argumento para incumplir sus sentencias las dos leyes elaboradas a posteriori el pasado verano para saltárselas: la del Parlament, que salió adelante con los votos a favor de ERC, PSC, Junts y En Comú Podem, y un decreto-ley del Govern, sobre los cuales debe pronunciarse ahora el Tribunal Constitucional.
"Ante unas injerencias judiciales, y ante una sentencia firme, nosotros lo que hicimos fue dar una respuesta de país. Y nos dotamos, el 80% de esta Cámara, de una nueva ley, y también de un decreto-ley del Govern, que han hecho inaplicable el 25% de castellano en las aulas del país. Y lo que ha hecho ahora el TSJC es pedir un pronunciamiento al Tribunal Constitucional", ha afirmado Cambray.
"Dejen en paz nuestras escuelas"
En su habitual tono desafiante, y en un discurso plagado del uso del término "país" para referirse a Cataluña --algo habitual en los mandatarios nacionalistas--, el responsable educativo de la Generalitat ha respondido así tras ser preguntado sobre el tema por la diputada de Ciutadans (Cs), Anna Grau. "Dejen en paz nuestras escuelas", le ha llegado a espetar el conseller, burlándose además de su partido, del que ha dicho que es "como uno de esos cantantes famosos por una sola canción de la que ya nadie se acuerda". "Hasta que llegaron ustedes, no existía problema con el catalán", ha aducido, además de considerar exitoso el modelo monolingüe obligatorio de lo que llama "escuela catalana".
"Y no nos quedaremos aquí", ha advertido Cambray, señalando que la imposición del catalán como lengua única en todos los ámbitos educativos irá todavía a más en el marco del denominado "Pacto Nacional por la Lengua".
El rechazo de Cambray al castellano como lengua también oficial y vehicular en las escuelas públicas de Cataluña ha quedado patente en un sinfín de ocasiones. Hace apenas un mes, en una entrevista televisiva, llegó a calificar de "aberrante" y "antipedagógico" dar un 25% de clases en dicho idioma. "En Cataluña, la escuela, en catalán", espetó. Un propósito excluyente que choca de lleno tanto con los derechos de los castellanohablantes como con el posicionamiento de la propia Unión Europea, tal y como han advertido ya el comisario de Justicia, Didier Reynders, y desde la Comisión Europea, mediante una carta de su vicepresidenta Vera Jourova.