Los candidatos Gemma Geis y Gabriel Rufián, junto a la imagen de una campaña de Plataforma per la Llengua / FOTOMONTAJE CG

Los candidatos Gemma Geis y Gabriel Rufián, junto a la imagen de una campaña de Plataforma per la Llengua / FOTOMONTAJE CG

Política

La presión de los ‘espías’ del catalán a los candidatos que se les puede girar en contra en campaña

Los expertos aseguran que la lengua no da votos en unas elecciones municipales y que es sólo una estrategia de 'postureo' para mantener al electorado ya convencido

11 mayo, 2023 00:00

Vota per la llengua. Así se llama la iniciativa que ha impulsado Plataforma per la Llengua, los llamados espías del catalán, para presionar a los candidatos a las elecciones municipales del 28 de mayo para que tomen medidas para promocionar el uso del catalán, al considerar que se encuentra en “una situación de emergencia”. Un mantra que han repetido hasta la saciedad y que podría girárseles en contra a los partidos en una campaña electoral que arranca este viernes.

Varios expertos consultados por Crónica Global consideran que esta iniciativa de empuje a los alcaldables es sólo una manera más de mantener al electorado ya convencido. Pero en pocos casos atraerá nuevos votantes.

Plataforma per la Llengua presiona a los candidatos al 28M / TWITTER

Plataforma per la Llengua presiona a los candidatos al 28M / TWITTER

El catalán no da votos

La campaña de la autodenominada ONG del catalán es una iniciativa más de postureo. O sea, una “apelación que hacen a la gente ya convencida” y que, independientemente de la lengua, ya votaría a aquel partido. “Es una motivación más”, expresa el profesor de Análisis Electoral de la Universidad Abat Oliba CEU, Jordi Sauret.

Según el docente, la cuestión lingüística apenas influye en el voto de los ciudadanos, que deciden la papeleta moviéndose por problemas cotidianos como la limpieza o la seguridad

Efecto contrario: alejar a castellanohablantes 

Es más, la insistencia de Plataforma per la Llengua de presionar a los partidos para que incorporen a sus programas las medidas para promocionar el uso del catalán podría llegar a perjudicarles. Y es que en determinadas ciudades incluso los partidos abiertamente independentistas cuentan con una parte de electorado castellanohablante.

Así, en municipios con tendencia nacionalista --Vic, zonas interiores de Girona o de Tarragona--, los ciudadanos no se verán influidos por la lengua, pero sí en otros del área metropolitana de Barcelona. Uno de los ejemplos lo encontramos en ERC, que en Santa Coloma de Gramenet ha presentado a Gabriel Rufián como candidato en un afán de hacer un guiño al electorado castellanohablante y disputarle el voto a la socialista Núria Parlon.

El portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián / EDUARDO PARRA - EUROPA PRESS

El portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián / EDUARDO PARRA - EUROPA PRESS

De hecho, cabe recordar que Rufián fue miembro de la plataforma independentista de castellanohablantes Súmate, y fichó por ERC como candidato en el Congreso en 2015 en un intento de neutralizar la embestida de Podemos. “Si quieren potenciar la lengua se equivocan politizándola, porque hacen que haya gente que incluso se pueda distanciar de ella”, agregan las mismas voces, que lamentan que estas entidades ultranacionalistas “a veces sean tan integristas que acaban por hacer daño”, consiguiendo el efecto contrario.

¿La lengua influye en unas autonómicas?

En unos comicios municipales los vecinos votan más por la gestión, pero ¿qué ocurre en unos autonómicos? Según Sauret, la influencia que tenga la cuestión lingüística dependerá del “clima que haya en ese momento” en Cataluña. “En algunas elecciones autonómicas simplemente es gestión, mientras que en otras hay cuestiones más estructurales”, agrega.

Un votante desposita su papeleta en la urna para las elecciones municipales de Barcelona / EFE

Un votante desposita su papeleta en la urna para las elecciones municipales de Barcelona / EFE

Uno de estos ejemplos es el de 2017, cuando los comicios al Parlament de Cataluña estuvieron marcados por el momento más álgido del procés. En un contexto como el actual, el proceso independentista ha pasado a un segundo plano, mientras proliferan otro tipo de problemas como la okupación --con el reciente caso de la Bonanova de Barcelona-- que está marcando la agenda política y, por ende, de los candidatos y de sus partidos.