Alícia Romero (Caldes d'Estrac, 1976) denuncia la falta de liderazgo del presidente de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragonès. En una entrevista con Crónica Global, la portavoz del PSC en el Parlament critica la resistencia de la condenada Laura Borràs a renunciar a la presidencia del Parlament y la mala gestión de la sequía por parte del Govern. Rechaza rotundamente el referéndum planteado por ERC.
--Pregunta: La Junta Electoral ha retirado el escaño a Laura Borràs, pero continúa la situación de interinidad.
--Respuesta: Nosotros hemos dicho que lo primero que debería haber pasado es que ella diera un paso al lado, se retirara y permitiera que el Parlament recuperara la normalidad para poder elegir un nuevo presidente o presidenta. Esto es lo que hubiera tocado. Alguien que dice que quiere tanto al país, que es tan patriótica, que quiere tanto a las instituciones, pues que dé un paso al lado y permita que estas funcionen con plena normalidad. Esto no ha sido así. Entonces pedimos también a los partidos independentistas que permitieron que ella fuera presidenta que la cambien. No ha llegado tampoco ese momento. Los tres partidos no han querido. Y es más, cuando nosotros hemos puesto una solución encima de la mesa, a través de la modificación del reglamento para que sea el pleno el que pueda cesar a un miembro de la Mesa, tampoco se permitió por parte de los grupos independentistas. Por tanto, Junts, Esquerra y la CUP están avalando estas actitudes corruptas, porque no hay que olvidar que la señora Borràs tiene una sentencia condenatoria por corrupción del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña. Deberían haber sido los primeros en atajar esta situación y en resolverla, y en cambio no lo hacen. Y seguiremos viendo cómo se dilata más esta situación, porque en el pasado pleno también vimos cómo los grupos independentistas quisieron incluir un punto en el orden del día para presentar un recurso en el Tribunal Supremo y así ir alargando la situación. Es una pena que tengamos al Parlament en esta situación irregular, sin una presidenta o presidente con plenas funciones y capacidades. Pero son ellos que así lo han decidido.
--¿Qué consecuencias tiene esto? Es una situación sin precedentes...
--Sí, es una situación sin precedentes, nunca había pasado que a una presidenta se le abriera un juicio por delitos relacionados con la corrupción, que además tenga una sentencia condenatoria y que siga de diputada. Ni ha dejado el acta de diputada ni ha dejado el cargo de presidenta. Y sigue insistiendo en esta situación. Por tanto, sí, es un caso sin precedentes y a la ciudadanía le afecta. Creo que la ciudadanía es responsable, quiere que las instituciones funcionen bien, con orden, con serenidad, respetando la legalidad, que es lo que le pedimos siempre a los ciudadanos. Cuando sus instituciones, como en este caso el Parlament de Cataluña, no actúan según lo que le pedimos a los ciudadanos, entiendo que se pueden enfadar.
--En el caso de Esquerra, que en varias ocasiones había pedido a Borràs que renunciara, se ha unido de nuevo a Junts y CUP para frenar su cese.
--Esquerra ha dejado claro que es corrupción y que no tiene nada que ver con el 1 de octubre, pero creo que no es suficientemente valiente para tomar decisiones independientemente de lo que hagan Junts y la CUP. Está acomplejada en ese sentido, no quiere que la llamen traidora. Esquerra debería haber sido valiente y no avalar más un delito de corrupción y actitudes corruptas. ¿Qué es lo que le pedimos, insisto, a los ciudadanos? Que sean ejemplares y que cumplan las leyes. Que algunos partidos estén avalando estas actitudes no es de recibo.
--La sequía ha centrado el pleno de esta semana. PSC ha denunciado que no se ha hecho nada desde la desalinizadora que impulsó el presidente Montilla.
--La verdad es que es preocupante porque, durante 13 años, la Generalitat no ha hecho nada para mejorar esta situación o para prevenirla. Que el cambio climático estaba aquí es una evidencia que sólo no reconoce Trump y tres más. Pero en general todos aceptamos que hay un cambio climático y que nos está afectando claramente. En Cataluña hace meses que suben las temperaturas y llueve menos. Hace 34 meses que no llueve en abundancia y eso está perjudicando claramente a nuestras reservas de agua. Nosotros llevamos año y medio avisando de esta situación. Hemos interpelado a la consellera de Acción Climática (Teresa Jordà), hemos hecho propuestas a través de nuestro gobierno alternativo con medidas que nosotros creíamos que eran urgentes. Tampoco se nos ha hecho caso. El Govern aprobó un decreto sin pactarlo con nadie y cuando lo quiso convalidar en el Parlament se dio cuenta de que no tenía apoyos. Pero sí encontró la responsabilidad de los grupos de la oposición que permitimos la convalidación con el compromiso del Govern de modificarlo. Han pasado desde ese día casi dos meses, no se ha modificado ese decreto y nosotros estamos decepcionados con el Gobierno porque tanto el presidente de la Generalitat como la consejera Jordà se comprometieron a dar cumplimiento a los compromisos que habían alcanzado con los grupos. Se hizo una cumbre que tampoco funcionó, no llegamos a ningún acuerdo y en todo este tiempo no ha habido reuniones.
--¿Qué se puede hacer?
--Lo que ha hecho el PSC es presentar una enmienda a la totalidad con texto alternativo a ese decreto ley. Por otra vía, Junts presentó un proyecto de ley por lectura única, una aprobación muy rápida también con temas de sequía. Esta vía de Junts ha llegado antes al pleno del Parlament y se debatió en este último pleno. Lo que sucedió es que ha quedado reflejado que el Govern no ha liderado este tema. Las soluciones han tenido que venir por parte de la oposición. Es evidente que la dificultad o los problemas que tengamos con la sequía no se van a resolver por mucho que hayamos aprobado estas medidas porque teníamos que haber actuado hace años, pero sí que es verdad que al menos pondremos las bases para que esto no nos vuelva a pasar. Este verano será difícil y será duro, pero nosotros estamos aquí como siempre para colaborar. En algunos aspectos hemos conseguido llegar a buen puerto.
--¿No se ha sabido gestionar? ¿No se ha invertido? El PSC también ha denunciado que no se ha ejecutado la inversión prevista.
--Bueno, hay varias cosas. Una falta de planificación obvia porque no se ha pensado que un día podía llegar una sequía. Y las sequías son cíclicas, cada década se acostumbra a ver una; si en 2009 se registró una, ya podía prever que habría otra en la siguiente década. Falta de planificación y también falta de capacidad de gestión, porque es obvio que los datos que tenemos no son buenos. Han reducido el presupuesto de la Agencia Catalana del Agua (ACA) al 50% y la capacidad de ejecutar inversiones es muy baja, algunas en torno del 20%. Tenemos el 75% de los acuíferos contaminados y han sido incapaces de descontaminar una parte con la que ya conseguiríamos una cantidad importante de agua de uso. Probablemente han estado muy despistados estos últimos años con otras cosas y no se han preocupado de lo que importa, que al final es el agua. En el canal Segarra-Garrigues o en el canal d’Urgell se han tenido que tomar decisiones para parar el agua y han sido decisiones valientes porque, entre otras cosas, el Govern no ha tomado decisiones importantes en este tiempo.
--Sequía, caos en las oposiciones públicas… ¿le falta experiencia de gestión a Esquerra?
--Bueno, yo querría recordar que Aragonès lleva dos años siendo presidente y que ellos gobiernan desde 2015. Hace ocho años que gobiernan; creo que en ocho años da tiempo aprender, pero es que, además, gobernaron siete años en el tripartito. Es decir, que ya llevan más de 15 años de gobiernos, más de 15 años gestionando. No se puede decir que son unos novatos en la Generalitat ni tampoco en los ayuntamientos, porque gobiernan en muchos sitios. No sé exactamente qué le pasa a Esquerra. Han podido ir adquiriendo capacidades y competencias y en cambio siguen gestionando mal en general. Su incapacidad, su falta de liderazgo y de tomar las riendas del país es muy evidente en estos momentos. Las oposiciones es un ejemplo, como decías tú. Flagrante. Da un poco de vergüenza porque uno no entiende cómo se pueden hacer las cosas tan mal.
--El PSC ha apoyado los presupuestos de ERC, no sé si se puede hablar de arrepentimiento ante esa mala gestión.
--No, no, porque nosotros tomamos la decisión convencidos de que era lo que necesitaba el país. Que aprovecháramos los más de 3.000 millones de euros que venían del Gobierno de España debido a la situación económica. Los 33.000 millones de euros de gasto no financiero había que aprovecharlos y poner nuestra impronta. Quiero recordar que pusimos 770 millones de euros para infraestructuras del ciclo del agua, pusimos 1.200 millones en el ámbito de la salud, aumentamos los presupuestos de ciencia y universidades… Nos pareció que eso era mejor que dejar el país sin presupuestos y en una situación mucho más complicada. Ahora, a quien le compete gestionar ese presupuesto no es a nosotros, es a Esquerra Republicana, que es quien gobierna la Generalitat. La primera reunión de seguimiento la tendremos en junio y veremos cómo va avanzando esa gestión. Vamos a ser muy estrictos, muy duros con el cumplimiento, pero es verdad que en las credenciales no son muy buenas.
--¿Cuál ha sido la parte positiva de esos acuerdos?
--En infraestructuras estratégicas llegar a un acuerdo por el aeropuerto ha sido importante. Creo que Cataluña necesita un aeropuerto para que no nos convirtamos, con todo nuestro respeto, en Lyon o en Marsella. Somos un país de primera, queremos atraer talento, queremos atraer visitantes. Pues habrá que tener un aeropuerto de primer nivel. Ese acuerdo para nosotros fue muy importante. Después, en otro plano, en el del territorio, que muy a menudo desde los despachos de Barcelona nos olvidamos, tenemos el proyecto de Hard Rock. Se tiene que aprobar definitivamente el plan director antes del 30 de junio, lo que permitirá dar licencias e iniciar las obras. Es un proyecto que tiene que complementar Port Aventura. Quiero recordar que hace muchos años había gente que tampoco quería Port Aventura y hoy es una gran atracción turística, nacional e internacional, y un gran centro de convenciones a nivel empresarial. Si tenemos este segundo gran parque podremos atraer más empresas. Se trata de un turismo más dedicado a las reuniones, a los negocios y creo que es muy interesante en un territorio muy castigado por el paro. También estamos contentos de que pudiéramos poner encima de la mesa la B40, la Ronda Nord entre Sabadell, Terrassa y Castellar. Pero, como digo, también está nuestra apuesta por la educación, cien millones de euros para mejorar la educación inclusiva. Los millones que hemos puesto para mejorar el Metro, que lleguen a Esplugues. Ha sido un esfuerzo porque la negociación fue larga y fue costosa, pero creo que ha valido la pena porque ahí hay muchas cosas que favorecen y mejoran la calidad de vida de los ciudadanos. Estamos satisfechos.
--En las negociaciones también salió el traspaso de Renfe. Hay incidencias en Rodalies muy criticadas por la Generalitat. ¿Se está politizando este tema?
--Bueno, hay que ser rigurosos con esto. La gestión de Rodalies es de la Generalitat, hay un operador que es Renfe y una infraestructura que es de Adif. El Gobierno del PP estuvo muchísimos años sin invertir en las vías en Rodalies. En el poco tiempo que llevamos en el Gobierno de España hemos hecho un esfuerzo inversor muy importante, se han invertido ya más de 3.000 millones, se han licitado 2.000 millones más. Son infraestructuras muy complejas, nuestra orografía en Cataluña no es fácil, pero hay un compromiso de la ministra, que es catalana, de que se mejoren las infraestructuras para que Rodalies se pueda gestionar mucho mejor. Pero es verdad que hay incidencias porque la infraestructura es vieja y necesita muchas inversiones. Lo que ha pasado estos días en esta R2 es una desgracia y nosotros queremos desde aquí enviar nuestro afecto y apoyo a todos los afectados. Son muchísimos y evidentemente no es del agrado de nadie que pase esto. Más allá de disculparnos por esta situación, quiero que sepan que el Gobierno de España y los socialistas están apostando todo lo que pueden por Rodalies. Pusimos de responsable de Rodalies a una persona como Pere Macias, que no es de nuestra confianza política, pero es un gran experto en toda la red ferroviaria. Estamos haciendo todo lo que podemos, pero también hay que reconocer que durante mucho tiempo no se invirtió y ahora no se va a hacer en dos días lo que se podía haber hecho en diez años.
--¿Estará el PSC en la mesa convocada por Aragonès para abordar el acuerdo de claridad?
--No estaremos en esa mesa, creo que hemos dejado muy claro siempre que no estamos por la ley de claridad, no estamos por un nuevo referéndum, no estamos por dividir a la gente con la dicotomía de independencia sí o no. Lo que tocaría es una mesa de partidos para hablar de aquellas cosas que nos pueden unir, de aquellas cosas que nos pueden reencontrar un poco para resolver problemas. Por tanto, no nos encontrarán en una mesa para intentar dividirnos. Sinceramente, creemos que la sociedad catalana no está ahí, está en ir arreglando los problemas como Rodalies, la mejora de la sanidad, la educación… pero no otra vez en estas situaciones. El presidente Aragonès no nos va a encontrar ahí, creo que está bastante solo porque no le ha dado apoyo ningún partido independentista y, por tanto, veremos cómo acaba esto.
–Comentaba que Aragonès está solo, en las encuestas de intención de voto ERC no acaba de despegar. ¿Augura un adelanto de las elecciones autonómicas tras las municipales?
--No lo sabemos, depende mucho de Aragonès porque él es quien tiene la capacidad de firmar el decreto de elecciones. Tocaría elecciones en febrero de 2025 y es verdad que queda mucho tiempo, casi dos años, parece una eternidad. Ahora hay elecciones municipales y habrá generales, y por tanto vamos a ver también cómo va. Yo creo que Aragonès no debería tomar la decisión de las elecciones en función de cómo le van los resultados electorales, pero en todo caso está en sus manos. Nosotros lo que queremos es un Gobierno que gobierne, que se preocupe de los problemas de la gente, que coja las riendas. Pero es verdad que cuesta ver esta imagen de un Gobierno liderando y avanzando en medidas que necesita el país.