Teresa Jordà
La sequía se ha convertido en una patata caliente para el Govern catalán. El Ejecutivo autonómico ha tomado medidas drásticas contra la falta de lluvias, aunque tarde, como reconoció el propio director de la Agència Catalana de l'Aigua (ACA). ¿Pero a qué viene convocar una cumbre política dentro de dos semanas? Suena más a postureo que a políticas eficaces para remediar la crisis. Cuestiones que, como tantas otras, la Generalitat tendría que haber emprendido hace mucho tiempo.