Ciutadans (Cs) ha presentado una propuesta alternativa al autoproclamado "pacto antirracista" suscrito por Junts per Catalunya, ERC, CUP, el PSC y los comuns en el Parlament por considerarlo incoherente y contradictorio con el discurso en ocasiones supremacista y excluyente de algunos diputados y representantes de los partidos secesionistas. Así, la formación constitucionalista propone que dicho acuerdo por una campaña electoral "libre de discursos racistas y estigmatizadores de las personas migradas" incluya también, por ejemplo, la condena de las "discriminaciones por razones de supremacismo, de lengua o por el bilingüismo".
La diputada y candidata de Cs a la alcaldía de Barcelona, Anna Grau, ha cuestionado el pacto firmado este jueves por la consellera de Presidencia, Laura Vilagrà, la de Igualdad y Feminismos, Tània Verge, junto a socialistas, comunes e independentistas, recordando que en el mismo se olvidan de hablar "de discriminaciones por razones de supremacismo, de lengua o por el bilingüismo".
Grau ha recordado algunos casos recientes en este sentido, como el acoso nacionalista y el expediente y el interrogatorio al que el Govern secesionista ha sometido a una enfermera andaluza por cuestionar la exigencia de tener el nivel C1 de catalán en un vídeo en sus redes sociales, o los gags hispanófobos de determinados programas de TV3: "No sabemos si se refieren a los migrantes, a forasteros o si ampara a las enfermeras de Cádiz o los andaluces devotos de la virgen del Rocío", ha criticado.
"Insulto a la inteligencia"
"Nosotros presentamos esta alternativa, un verdadero acuerdo para eliminar los discursos estigmatizadores. No nos da la gana firmar un sucedáneo de esto que es un insulto a la inteligencia, a la decencia, a la pluralidad de Cataluña y a los derechos humanos", ha dicho, en alusión al pacto de secesionistas, socialistas y comunes.
El documento de la propuesta alternativa de Cs, expone que "el uso de proclamas y relatos xenófobos, racistas o supremacistas, o la criminalización de colectivos por usar una u otra lengua oficial, contribuye a crear un clima de ruido, agresividad, sensacionalismo, falsedades y desinformación que deriva en la pérdida de confianza en la política y en las instituciones democráticas, cosa que allana el camino al pensamiento único y a la dominación autoritaria".
Asimismo, señala que los firmantes del documento de Ciutadans ratifican su compromiso no sólo en "proteger la calidad democrática ante el incremento de los discursos racistas", sino también en rechazar además aquellos que son "supremacistas, contrarios al bilingüismo y excluyentes", o que inciten al odio. Y también en contribuir a reforzar el discurso sobre el hecho migratorio como realidad estructural y no como una amenaza, entre otras cuestiones.
Pide la comparecencia del 'conseller' Balcells
En lo relativo al caso de la enfermera gaditana hostigada por cuestionar en un vídeo de sus redes sociales la exigencia del nivel C1 de catalán para poder tener plaza fija en la autonomía, Grau ha reclamado la comparecencia del conseller de Salud de la Generalitat, Manel Balcells, por el "intolerable acoso" al que se ha visto sometida la trabajadora, también por parte del Govern.
"Una cosa es una confrontación política y otra el acoso y derribo y acorralamiento civil de las personas, y por eso exigimos que dé explicaciones y no descartamos tener que pedir su dimisión", ha manifestado.
Criticas al PSC por "marear la perdiz" con Laura Borràs
La diputada de Cs, por otra parte, ha denunciado que el PSC "ha jugado a marear la perdiz" sobre la presidencia del Parlament, y ha sostenido que Laura Borràs --apartada del cargo de forma provisional desde el pasado verano-- está políticamente acabada y desacreditada tras su reciente condena por prevaricación y falsedad documental.
"Estamos hartos de Laura Borràs, ya es historia", ha afirmado Grau. "Que no vuelva a haber una Laura Borràs. A ver si la próxima vez ponemos a una persona como mínimo sin antecedentes penales", ha añadido.
Finalmente, Grau ha anunciado la incorporación a su lista de Cs en Barcelona de Juan Ramón Martín, marido de Laura Escobar, afectada de un cáncer de mama metastásico, y que reclamó a la Generalitat la financiación pública de un fármaco, que la Consejería de Salud ha accedido a financiar.