El secesionismo carga contra los defensores de la neutralidad en las universidades catalanas

La petición de un colectivo de profesores constitucionalistas al Parlamento Europeo para que investigue el sesgo nacionalista y la falta de neutralidad de las universidades públicas de Cataluña ha irritado al secesionismo gobernante en la autonomía. Así se ha evidenciado esta semana en el Parlament, donde el diputado de Junts per Catalunya y alcalde de Ripoll, Jordi Munell, ha cargado contra los promotores de la iniciativa, gracias a la cual la Eurocámara enviará una carta al Gobierno español para que dé explicaciones al respecto y otra al comisario europeo de Justicia, Didier Reynders, para que la tenga en cuenta de cara a su informe sobre el Estado de derecho en la UE.

Dichas misivas responden a la demanda de Universitaris per la Convivència de que se indague la posible vulneración de los derechos fundamentales en los centros de enseñanza superior dependientes de la Generalitat de Cataluña. En cuestiones como, por ejemplo, el incumplimiento en los últimos años del debido respeto a neutralidad institucional; los posicionamientos y manifiestos de apoyo al procés y sus dirigentes por parte de sus rectores y equipos de gobierno; o el acoso y las agresiones a miembros de entidades estudiantiles no nacionalistas como S'Ha Acabat. Hechos que ponen en tela de juicio la libertad ideológica, de expresión, de reunión y el derecho a la no discriminación en los campus catalanes.

Moción de Cs: "Las universidades son de todos"

Sobre estas cuestiones ha versado también una moción presentada por Ciutadans (Cs) en el Parlament catalán, en la cual su diputado Nacho Martín Blanco ha recordado, por ejemplo, "que las universidades son de todos" y que "no pueden ser usadas por algunos para ponerlas al servicio de sus fines particulares o partidistas"; expresado su "respeto por las disposiciones judiciales que han anulado hasta la fecha declaraciones partidistas de los órganos universitarios"; y expresado su rechazo al "impulso y el respaldo a la politización de los claustros" que ha promovido por ERC en el Congreso "en la tramitación del Proyecto de Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU)".

Por ello, Cs exige "neutralidad de las universidades públicas catalanas", "garantizar que los alumnos universitarios puedan ejercer su libertad de expresión", impedir que desde la Consejería de Universidades, rectorados o decanatos se impida elegir el idioma oficial en el que se dan las clases o que no se condicione la financiación de las universidades "al no uso del castellano como idioma docente, una medida que, además de discriminatoria, tendría un sesgo contrario y perjudicial para la Universidad de Barcelona", entre otras demandas.

Indignación en Junts

Todas estas reivindicaciones de respeto a la neutralidad institucional y a la pluralidad ideológica en las universidades públicas han indignado a los políticos secesionistas, hasta el punto de que Munell (JxCat) ha manifestado en el Parlament que le recuerdan "al NODO de antes de 1975", llegando a tildar a Cs de "derecha extrema" por su moción.

El mandatario posconvergente considera que con estas peticiones se "intenta politizar las universidades", y ha llegado a reprochar que entre sus impulsores se encuentren miembros de la entidad constitucionalista Impulso Ciudadano, a la que afea su defensa de una "España cohesionada" y sus estudios que demuestran el incumplimiento de la ley de banderas y del respeto a los símbolos de la democracia española en la gran mayoría de ayuntamientos catalanes.