El polémico vídeo de la enfermera expedientada por criticar que se reclame el nivel C1 de catalán para opositar en Cataluña sigue dando que hablar. Pero nada se dice sobre el profesor de un colegio de Vilafranca del Penedès (Barcelona) que enseñó a sus alumnos a escribir "Puta Espanya" en hebreo. Un silencio cómplice de la Consejería de Educación de la Generalitat que ha indignado a parte de la comunidad educativa y a la Asamblea por una Escuela Bilingüe (AEB).
Según ha podido saber Crónica Global, la dirección del centro ha elevado el caso a la Inspección Educativa para que decida cómo actuar y si se le abre un expediente administrativo por “incitar al odio” desde su función de docente.
¿Será sancionado?
El pasado 3 de marzo, ese profesor de quinto de primaria presumió en Twitter de haber ayudado a sus alumnos a escribir "Puta Espanya" en alfabeto íbero. En el mensaje, el docente se jactaba de haber hecho una “aportación a la humanidad” mofándose del español y de los españoles. Algo que otros ven como una incitación al odio desde las aulas: "Está fomentando el odio en vez de hacer sus funciones como profesor, que es promover la igualdad", expresan fuentes cercanas al caso.
Tras lo ocurrido, que avanzó Crónica Global, la dirección del colegio expresó su rechazo al comentario excluyente asegurando que "la diversidad es riqueza, y quien no lo entienda así va mal", y admitiendo que "un trabajador público debe ser responsable con los mensajes que emite porque de alguna forma representa a una entidad". A raíz de la queja de una familia, el caso ha pasado a manos de la Inspección Educativa, desde donde deberán ponerse en contacto con el hombre, pedirle explicaciones y, finalmente, decidir si le abren un expediente administrativo.
El castigo dependerá de si la consideran una infracción leve, grave o muy grave, aseguran las fuentes consultadas. Ello va desde una simple advertencia oral hasta la suspensión de empleo y sueldo.
La enfermera del "puto C1 de catalán" sí fue expedientada
Esta polémica ocurrió justo un día después de que una enfermera de Andalucía, trabajadora del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona, colgase un vídeo en la red social TikTok quejándose de tener que sacarse "el puto C1 de catalán" para optar a una plaza en las oposiciones del sistema sanitario de Cataluña. A las pocas horas, la Consejería de Salud de la Generalitat anunció que le abría un expediente. Una contundencia que no se ha visto en el caso del profesor de Vilafranca. De hecho, una semana después del tuit, la Consejería de Educación no se ha pronunciado al respecto. Tampoco a preguntas de este medio.
¿Recibirá este trabajador un toque por su salida de tono? De momento, ha eliminado su cuenta de Twitter.
Otras "conductas inapropiadas" en el colegio
Por otro lado, las mismas voces aseguran que el mismo docente es conocido en el centro por "otras conductas inapropiadas". Concretamente, apuntan que "se tuvo que cambiar a un alumno de clase por culpa de él". Algo que ven inadmisible, pues "cualquier persona puede tener su ideología política, pero no fomentar el odio. Mucho menos desde las aulas".
Por su parte, la AEB ha tomado cartas en el asunto pidiendo explicaciones a la Inspección, aunque no tienen muchas esperanzas de que se le sancione debidamente. La presidenta de la entidad que defiende el bilingüismo, Ana Losada, espera que Educación "abra expediente" ante casos como este, que lo único que demuestran es "la impunidad de los profesores que adoctrinan".
"Estamos desprotegidos si no se empiezan a revisar contenidos o tomar acciones ante aquellos docentes que demuestren su parcialidad", afirma Losada, que exige que se investigue si, tras este mensaje en la red de los 140 caracteres, hay más situaciones parecidas en el mismo centro o en otros cursos.