Los 3.100 millones que Cataluña pierde por el orgullo independentista

La rivalidad independentista aboca a Cataluña a una prórroga presupuestaria. Junts per Catalunya (JxCat) reniega de las cuentas para 2023 elaboradas por su compañero de filas, Jaume Giró, mientras que Oriol Junqueras rechaza negociar con el PSC. El resultado es la pérdida de 3.100 millones, de la posibilidad de una rebaja fiscal que ayude a las familias, el freno al despliegue del plan de choque social valorado en 300 millones anunciado por Pere Aragonès y la imposibilidad de hacer nuevas inversiones. Todo ello en un momento de recesión económica, inflación disparada y carestía energética. Patronales y entidades sociales instan al Govern a aprobar los presupuestos de 2023.

Pere Aragonès, Oriol Junqueras, Isidre Fainé y Jaume Giró (de izquierda a derecha), en una imagen de archivo

Tal como ocurrió durante la pandemia, el Govern prorrogó las cuentas de 2020, limitando así el gasto en ámbitos tan importantes como los servicios públicos y obligando a reasignar partidas a modo de parche. Tras la salida de Junts del Govern, Aragonès se ve abocado a prorrogar las cuentas de la Generalitat en una delicada situación económica y social, derivada de la guerra en Ucrania. Jordi Turull, secretario general de Junts, rechaza aprobar unos presupuestos elaborados por quien se mantuvo fiel al Govern, Jaume Giró. El foco se sitúa ahora en el PSC, que ha tendido la mano a ERC y que es el principal partido de la oposición. Pero Junqueras se niega a negociar con los socialistas, lo que visualiza el pulso entre el presidente de Esquerra y Aragonès, que no ha cerrado la puerta a pactar con Salvador Illa de una forma tan explícita.

Las consecuencias

Las consecuencias de una prórroga son importantes. Giró propuso unas cuentas con 3.098 millones de euros adicionales y que incluían el plan de choque social de 300 millones. Además, el exconsejero de Economía había abierto el debate en el seno del Govern para proceder a rebajas fiscales. Un tema que generaba discrepancias entre ERC y Junts, aunque según Giró, existía el compromiso de abordarlo, al igual que han hecho otras comunidades autónomas.

Según los economistas, no tener presupuesto implica que las políticas del Govern, en lugar de ser estratégicas, se convierten en arbitrarias, pues se pierde la oportunidad de ajustar el gasto público y los ingresos (impuestos, transferencias recibidas...) al contexto social y económico, en este caso a las consecuencias de la guerra en Ucrania. Perpetuar las cuentas de 2021 implica que solo se prorroga el gasto corriente, por lo que la capacidad inversora se ve perjudicada. La Generalitat se ve abocada a aprobar ampliaciones de crédito para hacer frente a gastos adicionales. También puede reasignar partidas en una misma consejería. 

La Conselleria de Economia, liderada por Natàlia Mas, incumplirá las inversiones previstas para este año / GENERALITAT

El presidente de Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre, ha advertido de que "sería una mala noticia" que se prorrogasen las cuentas de 2022 y ha cifrado en 2.500 millones de euros los que Cataluña dejaría de ingresar si el Parlament no aprueba los presupuestos para el próximo año. También critica que Junqueras haya cerrado la puerta a negociar con el PSC: "Es una afirmación demasiado contundente ante una situación de minoría parlamentaria como la que tiene el gobierno de Aragonès". 

Por su parte, el presidente de Pimec, Antoni Cañete, ha recordado al nuevo Govern que "urgen políticas de recuperación y política económica para controlar la inflación, que tanto está haciendo peligrar la viabilidad de las empresas y los puestos de trabajo".

Un gobierno fuerte y cohesionado

Cañete exige un gobierno “fuerte, cohesionado y con capacidad de diálogo ante la compleja coyuntura, pero también que se trabaje para conformar las mayorías parlamentarias para garantizar la estabilidad, con negociación , consensos y visión de futuro”. El presidente de la patronal de la pequeña y mediana empresa insta al Govern y al Parlament a que prioricen la aprobación de los Presupuestos de 2023 para "capitalizar las inversiones que podemos hacer con los 3.200 millones que puede tener Cataluña y dar respuesta a la actual situación".

Según el portavoz adjunto de PSC-Units, Raúl Moreno, “los presupuestos son absolutamente necesarios. Las nuevas cuentas, en el caso de que salgan aprobadas, permitirían un incremento de 3.100 millones de euros (limpios, para entendernos). Será imposible reforzar la atención primaria sanitaria, por supuesto imposible también desplegar el Plan Estratégico de Servicios Sociales o incrementar el acuerdo alcanzado con los ayuntamientos para incrementar el pago de los servicios de atención domiciliaria, o el acuerdo de incremento de tarifas para las residencias alcanzado hace poco, un pírrico 3%. Pone en peligro también continuar con la gratuidad del 0-3". Además, “tendremos que ver también cómo queda la iniciativa legislativa parlamentaria, ya que es un gobierno en absoluta minoría. A ERC le será complicado aprobar leyes y decretos”, añade Moreno.

Recientemente, el centenar de asociaciones que forman parte de Entidades Catalanas de Acción Social (ECAS) exigieron al nuevo Govern que garantice la estabilidad y que apruebe unos presupuestos de 2023 más sociales. A su juicio, es necesario "un gobierno operativo y eficaz, capaz de hacer frente a los retos que encaramos en un nuevo contexto de crisis e incertidumbre global".