El traspaso ‘fake’ de Renfe que vende el Govern para justificar su programa político
La negociación de la Generalitat, con competencias desde 2010, es estrictamente económica; el pulso con el Gobierno pasa por una lanzadera al aeropuerto que aisla ciudades metropolitanas
3 septiembre, 2022 00:00La Generalitat de Cataluña ha convertido el traspaso de Renfe en una de sus principales reivindicaciones. Hasta el punto de meter máxima presión al Gobierno con la reestructuración de la consejería que supuestamente debe asumir esas competencias. Sin embargo, ni hay novedades al respecto, más allá de una negociación estrictamente económica, ni asomo de transferencia de personal, estaciones o de la red ferroviaria que gestiona ADIF. De hecho, desde el Gobierno recuerdan que el traspaso de competencias tuvo lugar en 2010 y que la Generalitat ya es titular de los servicios de Rodalies de Cataluña que opera Renfe. Así se constató cuando, en octubre de 2021, el Govern asumió el servicio de Cercanías de Lleida, gestionado a partir de ese momento por Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC).
Pero el flujo de viajeros de esa línea dista mucho del gran volumen de pasajeros de otras líneas metropolitanas de Rodalies donde el Ejecutivo catalán pone el foco para denunciar fallos y deficiencias. También para acusar al Gobierno de populismo por aplicar la gratuidad como medida para paliar las consecuencias de la crisis energética, fomentar el transporte público y reducir la contaminación. Pero las cifras son contundentes: desde el 24 de agosto hasta ayer, Renfe expidió 145.934 abonos gratuitos de Rodalies en Barcelona, un 25% del total en España (422.563). Respecto a media distancia, en Cataluña se distribuyeron 25.817 de los 120.068 expedidos en todo el país.
El penúltimo episodio de ese pulso de la Generalitat con el Gobierno es la visita que el vicepresidente de Territorio, Jordi Puigneró (JxCat), hizo a la empresa Alstom, a la que ha encargado los trenes y el mantenimiento de una lanzadera gestionada por FGC. "Estamos conectando Cataluña con el mundo, estamos situando Cataluña en el mundo”, dijo Puigneró, obviando que, en realidad, esta lanzadera deja a las ciudades metropolitanas --especialmente a las de las comarcas del Vallès-- sin conexión directa, y supone una sobreocupación de los túneles de ADIF, pues agota las reservas de capacidad del túnel de Paseo de Gràcia.
Debate político, no técnico
Asimismo, dificulta la rotación de los regionales, tanto los procedentes del norte (que podrían servir a la nueva línea del aeropuerto) como del sur (que en el futuro lo harán en Sant Andreu Comptal). Así lo advierten fuentes de Renfe. “Este no debería ser un debate entre administraciones, sino un debate exclusivamente técnico”, explican, tras asegurar que la mejor opción es dar servicio al aeropuerto mediante la prolongación de recorrido de una línea ya existente, preferentemente la R4 Norte de Renfe, que pasaría a circular por el túnel del Paseo de Gràcia.
Pero la Generalitat insiste en reclamar un traspaso total --personal, material rodante, estaciones, vías…--, lo que encendió las alarmas en los sindicatos de trabajadores de Renfe, hasta el punto de amenazar con una huelga si se hace efectiva esa transferencia.
¿Qué dice el Gobierno ante esta presión catalana? “No hay novedades. Estamos trabajando en cómo completamos el traspaso financiero de Rodalies, cómo hacer posible que la transferencia del dinero se haga directamente a la Generalitat, que es la que paga a Renfe”, afirman.
Deuda acumulada
La cuestión es más relevante de lo que el Govern, con sus reivindicaciones políticas, quiere reconocer. En 2010, cuando el Gobierno aprobó el real decreto de traspaso a la Generalitat del servicio de transporte de viajeros por ferrocarril de Cercanías, asumió el déficit del “año base”, pero desde entonces, la Generalitat fue acumulando una deuda con Renfe de más de 80 millones de euros por el incremento de servicios que fue asumiendo como operadora del servicio. Renfe reclamó en varias ocasiones estas cantidades, correspondientes a los ejercicios de 2016, 2017, 2018 y 2019, hasta el punto de plantearse una reclamación judicial.
El pasado martes, el Consejo Ejecutivo aprobó un Decreto que reestructura el Departamento de la Vicepresidencia y de Políticas Digitales y Territorio con el objetivo, entre otros, de desplegar al máximo la red ferroviaria del país, lo que incluye “poder culminar los trabajos para hacer efectivo el traspaso integral del servicio de Cercanías de Renfe”. Con este objetivo se ha creado la Subdirección de Transporte Ferroviario, “encargada llevar a cabo los trabajos para poder culminar el traspaso”. Pero, como se ve, Gobierno y Generalitat parten de posiciones muy diferentes.