Los presupuestos del Govern castigan de nuevo a la Cataluña vaciada

La Generalitat castiga de nuevo a la Cataluña vaciada. Como ocurrió en 2020, el gasto en las comarcas de Lleida y Tarragona, donde se registran problemas de despoblación, se ha recortado en los presupuestos de la Generalitat para 2023, en algunos casos hasta un 85% (como es el caso de Aran).

Las distancias respecto a las inversiones de hace 11 años son todavía más notorias, hasta alcanzar diferencias de un 94% (Terra Alta). En algunos casos, las cifras aumentan, como es el Camp de Tarragona, que sube nada menos que un 363% respecto a las cuentas de 2020 --y un 48% si se compara con 2010--. Pero se da la circunstancia de que esa subida se nutría de los 120 millones de euros que el Govern tenía previsto destinar a la compra de los terrenos del Complejo Recreativo y Turístico (CRT), más conocido como BCN World. Una cifra que el Govern se ha comprometido a retirar para contentar a la CUP.

¿Cuentas expansivas?

Las “expansivas cuentas” de la Generalitat están en manos de los antisistema, que han presentado una enmienda a la totalidad, aunque quieren seguir negociando. BCN World y la candidatura de los Juegos Olímpicos de Invierno, dos proyectos vitales para la economía de Tarragona y Lleida, respectivamente, han sido utilizados como moneda de cambio en las negociaciones. Así lo denuncia la diputada socialista Rosa Maria Ibarra, quien ayer recordó que “el sur también existe” a un Govern que ha enfriado el CRT.

Las cifras incluidas en los presupuestos [se pueden consultar en este enlace] arrojan un saldo positivo en materia de inversiones en las ocho agrupaciones territoriales, pues pasan de los 998 millones de 2020 a 1.501 millones. Eso representa un aumento del 50% respecto a 2020. Pero la comparativa con 2010 supone un descenso del 52%. La diferencia más llamativa es el aumento del gasto en el Camp de Tarragona, un 363% respecto a hace dos años y un 48% si se compara con 2010. Pero es precisamente ahí donde el Govern había consignado los 120 millones de euros que costaría la compra de los terrenos a La Caixa para, automáticamente, venderlos a Hard Rock. Esa operación está en el aire. Asimismo, la inversión en las Terres de l’Ebre, zona castigada por la despoblación, apenas aumenta un 35% respecto a 2020, pues pasa de 23 millones a 31 millones, y dista mucho de lo que esta zona recibía en 2010: más de 118 millones, es decir, que acusa un descenso del 74%.

El desglose por comarcas dispara las diferencias. En el Baix Ebre, la inversión no aumenta, mientras que en la Terra Alta desciende un 22%.

"El Pirineo se muere"

En Lleida, las cosas no mejoran. Alt Pirineu-Aran pasa de 41 millones a 43 millones, un 4% más, pero dista mucho de los casi 60 millones de 2010. Se trata de un recorte del 27% que impacta en una de las zonas de la Cataluña vaciada. Hay que tener en cuenta que Lleida y el Pirineo suponen el 40% de la superficie de Cataluña, pero solo se llevan el 9% del presupuesto. El desglose por comarcas es igualmente negativo, con recortes respecto a 2020 en Alt Urgell (-19%) y Pallars Jussà (-14%).

Respecto a 2010, estas zonas han perdido, respectivamente, un 62% y un 56% de inversión. “El Pirineo se está muriendo. No quedará nadie”, advirtió ayer el diputado Òscar Ordeig, primer secretario del PSC en Lleida, Pirineu y Aran, quien reprochó al Govern su “no a todo”, por sus dudas sobre la candidatura de los Juegos de Invierno.