Plataforma per la Llengua, la entidad nacionalista célebre por sus campañas de delación lingüística en diversos ámbitos de la sociedad y por espiar la lengua que hablan los niños en los patios de las escuelas catalanas, obtuvo cerca de un millón de euros en subvenciones en 2020. La autodenominada “ONG del catalán” se embolsó cuantiosas ayudas en plena crisis del coronavirus, a pesar de sus controvertidas y cada vez más intensas campañas de acoso al uso del castellano en autonomías bilingües como Cataluña.
Según revela su estado de cuentas de 2020, Plataforma per la Llengua logró un total de 955.306,68 euros en subvenciones públicas y privadas el año pasado. Sus ingresos por este concepto han ido a más de forma notable a lo largo de la última década, coincidiendo con el apogeo del procés secesionista: así, de los 611.014 euros en ayudas de 2012, se pasó de forma progresiva a los 842.194 de 2018 y los 962.748 de 2019, hasta llegar a la cifra récord de 2020, a pesar de la crisis económica causada por la pandemia.
Ese casi millón de euros en subvenciones supone la tercera parte del total de 3.067.870 euros en ingresos que Plataforma per la Llengua obtuvo en 2020. Según sus datos, la mayor parte de este dinero procede de las cuotas que le pagan sus socios: 1.757.236 euros en total, mientras que el resto procedió de servicios y donativos (79.956 euros) e ingresos del ejercicio anterior (267.005 euros). El año pasado, la entidad contaba con 23.274 asociados y 350 voluntarios y una docena de delegaciones repartidas entre Cataluña, Comunidad Valenciana, Baleares, el sur de Francia y hasta El Alguer (Italia).
Generosos convenios con la Generalitat
La mayor parte de esas ayudas procedieron de la Generalitat de Cataluña. Plataforma per la Llengua firma convenios anuales con el Ejecutivo autonómico, que a través de la Oficina de Apoyo a la Iniciativa Cultural (OSIC) de su Consejería de Cultura acordó concederle el año pasado un total de 760.000 euros “para actividades relacionadas con la extensión del uso social de la lengua catalana durante 2020”. Esa cantidad se desglosa en dos documentos: una subvención nominativa firmada en septiembre de ese año para otorgarle 135.000 euros, y otra excluida de concurrencia pública en octubre, de 625.000 euros.
El convenio con la Generalitat de 2020, recién publicado en el portal de Transparencia de esta asociación sin ánimo de lucro, es el más generoso en comparación con años anteriores. En el de 2019, el Govern aportó 535.000 euros repartidos entre seis de sus consejerías: la de Cultura (150.000 euros), la de Presidencia y la de Empresa y Conocimiento (124.000 cada una), la de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias (97.000) y las de Educación y Justicia (20.000 cada una).
Aportaciones de ayuntamientos como el de Barcelona
Además de la Generalitat, las subvenciones de Plataforma per la Llengua se nutren también de aportaciones de otras instituciones locales y autonómicas --también de Valencia y Baleares--, como por ejemplo ayuntamientos. Entre ellos, el de Barcelona. El consistorio de Ada Colau le dio en 2020 un total de 15.000 euros a través del Institut de Cultura de Barcelona (ICUB), según revela el portal de Transparencia municipal. Una cantidad casi idéntica a la que le ha otorgado en lo que va de 2021 (14.500), también a través del ICUB.
El ayuntamiento barcelonés ha concedido desde 2018 un total de 78.000 euros a la autodenominada “ONG del catalán”. Incluyendo entre esas partidas algunas destinadas a sus polémicas actividades de delación: en 2018, el consistorio le dio 3.000 euros para el denominado “seguimiento de quejas y discriminaciones lingüísticas” y en 2019, otros 1.500 euros para esa misma finalidad. Por otra parte, las dos más costosas, de 12.000 euros cada una, se entregaron a través del ICUB en 2018 y 2019 para el fomento del “voluntariado lingüístico”.
También ayuda a Plataforma per la Llengua la Diputación de Barcelona, que por ejemplo acordó concederle 13.000 euros de forma directa para financiar la organización del premio Martí Gasull.
Generalitat Valenciana: más de 300.000 euros en un lustro
Plataforma per la Llengua cuenta además con subvenciones de otros entes públicos de fuera de Cataluña, como la Generalitat Valenciana, que desde 2016 le ha otorgado 311.195 euros distribuidas en 15 ayudas a través de su Consejería de Educación, ahora en manos de Vincet Marzà, de Compromís, según denunció a finales de octubre la portavoz del PP en las Cortes Valencianas, María José Catalá.
En el caso de 2020, desde la Dirección General de Política Lingüística se acordó entregar 47.264 euros para el “fomento del multilingüismo en el ámbito social”. En Valencia, Plataforma per la Llengua lleva a cabo actividades tales como repartir pegatinas para señalar a las empresas y locales donde no se habla valenciano, denunciando lo que llama "agresiones lingüísticas".
En este sentido, entre las últimas actividades de Plataforma per la Llengua figuran algunas no menos polémicas como la creación de una web de delación lingüística para que los alumnos de las universidades catalanas, valencianas y baleares denuncien a los profesores que pasan del catalán al castellano en sus clases; así como campañas alarmistas sobre la hipotética desaparición del catalán, equiparando su situación a la del cambio climático --a pesar de que, según sus propios datos para reivindicar la unidad de la lengua, tiene 10 millones de hablantes--.
"Fomento del catalán"... y delaciones lingüísticas
La hiperactividad de la denominada “ONG del catalán” --cuya finalidad dice ser “la promoción del catalán como herramienta de cohesión social”-- abarca un sinfín de ámbitos: desde alentar y recoger quejas contra empresas que no utilizan este idioma, puntuar su uso (o no) en comercios a través de una aplicación (CatalApp), hasta vigilar si los niños hablan o no en catalán en los patios de las escuelas, pasando por sus críticas contra lo que denominan la “castellanización” de una televisión pública monolingüe como TV3, entre muchos otros.
En su memoria de 2020, Plataforma per la Llengua alardea, además, de sus objetivos alcanzados. Entre ellos, por ejemplo, “conseguir que la Ley de Educación española deje de imponer el castellano como lengua vehicular” --algo que, en la práctica, en Cataluña ya ocurre con la “inmersión lingüística” monolingüe en catalán en las escuelas--; o la presentación de “enmiendas al anteproyecto de ley de las Islas Baleares sobre la lengua en el ámbito educativo”.
Con todo, y gracias en buena parte a las subvenciones, Plataforma per la Llengua cuenta con una salud económica envidiable. Así, el balance de su estado de cuentas de 2020 resultó claramente favorable, pues sus gastos, 2.661.705 euros en total, fueron unos 400.000 euros inferiores a los ingresos. La mayor parte de esa cantidad se destinó a sus “actividades” (1.333.236 euros) y a pagar a su personal (569.967). El resto, a “publicidad y socios” (455.312 euros), “gastos generales” (222.280) y “edición y documentación (71.792).