El juez de Barcelona que investiga el supuesto desvío de fondos públicos para el procés ha situado al entorno del expresidente de la Generalitat fugado Carles Puigdemont, entre ellos su responsable de oficina, Josep Lluis Alay, en la plataforma anónima Tsunami Democràtric que convocó protestas y sabotajes contra la sentencia a los mandatarios del procés, y ha remitido el caso a la Audiencia Nacional.
En una providencia a la que ha tenido acceso Efe, el titular del juzgado de instrucción número 1 de Barcelona, Joaquín Aguirre, que sigue el rastro al entorno de Puigdemont en el denominado caso Voloh, se ha inhibido en lo relativo a las investigaciones a dicha plataforma, y las remite al juez de la Audiencia Nacional que ya iba detrás de Tsunami Democràtic.
Alay, Vendrell, Madí y Soler
Además de Alay, el juez envía al juzgado central número 6 de la Audiencia Nacional a tres empresarios: Xavier Vendrell --exconseller de ERC a quien la Guardia Civil sitúa en sus informes en la cúspide de Tsunami--, David Madí --exdirigente de Convergència-- y al patrono de la comunicación Oriol Soler, todos ellos miembros del denominado "Estado mayor" del procés.
El juez también acuerda remitir a la Audiencia Nacional las pesquisas sobre Tsunami relativas al historiador de la UB Josep Lluis Alay, responsable de la oficina de Puigdemont como expresidente y hombre de su máxima confianza, al que acompañaba cuando en marzo de 2018 el prófugo fue arrestado en Alemania.
Otros sospechosos
También figuran entre los investigados que ahora el juez envía a la Audiencia Nacional el escritor y empresario Josep Campmajó, de quien las intervenciones telefónicas del caso Voloh han sacado a la luz supuestos vínculos con Tsunami, así como al informático de Waterloo --localidad donde reside Puigdemont-- Jaume Cabaní, que supuestamente tuvo un papel clave en la transferencia de dinero a Puigdemont, mediante criptomonedas, y en la creación de una "república digital" para eludir los controles del Estado.
La última de las encausadas que el juez de Barcelona envía a la Audiencia Nacional es Marta Molina, una militante de ERC que según los atestados policiales utilizaba el alias de "Mandela" en las acciones de Tsunami Democràtic.
Núcleo de confianza
Según las investigaciones, Molina era una persona de confianza de Vendrell y junto al también investigado Josep Campmajó, alias "Canalla", forman el "núcleo de confianza" de Vendrell.
De hecho, el juez detalló en uno de sus autos en el caso Voloh que Molina tenía "responsabilidad" en la organización de acciones de Tsunami Democràtic, entre ellas las del clásico entre el FC Barcelona y el Real Madrid del 18 de diciembre de 2019.
"Hemos montado un escenario en la autopista"
A raíz de las escuchas telefónicas efectuadas por la Guardia Civil durante el año y medio en que la causa ha permanecido en secreto, el juez consideró acreditado que Vendrell ejerció una actividad de "dirección y participación directa" en Tsunami Democràtic.
Según el juez, esta función directiva de Vendrell se comprueba en algunas de sus afirmaciones intervenidas, como "ya enviaré a gente para proteger plaza Urquinaona" o "hemos montado un escenario en la autopista", en alusión a los conciertos en uno de los sabotajes en autopistas de Girona.
Soler, "a las órdenes" de Vendrell
El magistrado considera acreditado el liderazgo de Vendrell en Tsunami, entre otros aspectos, porque el empresario Oriol Soler --que también integró el núcleo duro que organizó en la sombra el 1-O--, le dijo que estaba "a sus órdenes".
Sobre David Madí, que fue uno de los máximos colaboradores del expresidente Artur Mas, el juez apunta que está considerado como uno de los ideólogos de la Crida Nacional per la República --el partido impulsado por el expresidente Carles Puigdemont y dirigido por Jordi Sànchez--, y que en algunas de las conversaciones intervenidas ironizaba con que no sabía quien dirigía Tsunami Democràtic.
Madí, "perfectamente informado"
No obstante, el juez pone de relieve que, con el análisis de sus comunicaciones, se comprueba que Madí está "perfectamente informado" de las movilizaciones y que se deduce que conoce quién se encuentra detrás de este movimiento, "colaborando con el mismo para poner el país por los aires añadiendo que las instrucciones son muy precisas".
De hecho, según el juez, el conocimiento que tiene Madí sobre Tsunami es tal que le comenta a un interlocutor cómo se organizan en tres plataformas: Pícnic per la República, que es clandestino y que "cuando hay una acción, van transmitiendo, ir allí o ir allí", Tsunami, que es "la cosa grande" y hace ver que es una cosa "diferente" que Pícnic, y Anonymus, que se encarga de la vigilancia.
Para entender "completamente" el papel de David Madí en relación a la gestión y conocimiento de las movilizaciones, el juez remarca que advirtió de que durante el clásico de 2019 "pasarían cosas" y que se mostró convencido de que tras la inhabilitación de Torra --a quien insultaba en sus comentarios-- no habría "grandes protestas, como "en efecto así ha sido", según el magistrado.