La militancia del PSC frena el debate entre Illa y Aragonès
Las bases socialistas rechazan apoyar a ERC, una postura que facilitaría el desbloqueo y que podría beneficiar a Pedro Sánchez, pero que “hundiría al partido” en Cataluña
8 abril, 2021 00:00Ni hablar de apoyar a ERC. La militancia del PSC rechaza que Salvador Illa permita la investidura de Pere Aragonès para desbloquear así la situación en Cataluña, al tiempo que se deja fuera de juego a Junts per Catalunya (JxCat). Consideran que esa postura hundiría al partido en las próximas elecciones. Y aunque ese acuerdo con los republicanos podría beneficiar a Pedro Sánchez, pues garantizaría la estabilidad del Gobierno, lo cierto es que, hoy por hoy, Illa se debe a sus bases y mantiene el veto a ERC.
Hace mes y medio que se celebraron las elecciones autonómicas y no hay visos de que las negociaciones entre ERC y JxCat avancen. La situación de impasse se alarga mientras el Govern lleva en funciones desde el 28 de septiembre de 2020. El tripartito independentista --ERC, CUP y JxCat-- parece condenado a no entenderse. Hasta el punto de que, en los últimos días, los neoconvergentes amagan con quedarse en la oposición para que ERC gobierne en minoría.
Salir del bloqueo
De ahí que desde sectores económicos y sociales se apueste de nuevo por un tripartito de izquierdas o, cuando menos, con el apoyo del PSC a Aragonès como fórmula para desbloquear la situación. Pero la militancia no quiere oír hablar de esa posibilidad. “Las bases creen que eso hundiría al partido en las próximas elecciones. Los militantes lo han pasado mal estos años y ahora, tras la victoria del 14F, no quieren dar un paso atrás”, explican fuentes socialistas.
Illa descarta dar ese apoyo. Pero tampoco quiere una repetición electoral. “Por responsabilidad”, afirman desde el PSC, ya que los expertos vaticinan que unos nuevos comicios beneficiarían a los socialistas. Pero también a JxCat, una formación cada vez más radicalizada por la pugna precongresual entre Carles Puigdemont y Laura Borràs y que pretende marcar la estrategia de Aragonès. El papel que debe tener el Consejo para la República, controlado por Puigdemont desde Waterloo, es el principal escollo, aseguran ambas formaciones. Pero en realidad, el motivo no es otro que el pulso por el poder autonómico, dado que no existe una hoja de ruta clara para lograr la independencia por parte de ninguna de las dos formaciones.
Los intereses de Sánchez
Algunos dirigentes del PSC admiten que Sánchez estaría conforme con ese acuerdo con Esquerra --en coherencia con la mesa del diálogo impulsada por ambas partes--, pero desde Cataluña las cosas se ven de forma muy diferente. “Dar apoyo a un gobierno de ERC y la CUP no se puede comparar con lo que hizo Manuel Valls, que permitió que los comunes gobernaran con el PSC en Barcelona”, precisan.
Por otro lado, los socialistas catalanes creen que todavía es posible lograr la presidencia de la Generalitat con el apoyo de los comunes si, finalmente, las negociaciones independentistas fracasan. Ello exigiría una abstención por parte de ERC, algo que, de entrada, parece improbable. Principalmente, porque existe desconfianza entre los dos partidos.