Hablan las víctimas de acoso machista en el Ayuntamiento de Barcelona: "Se lavaron las manos"
Dos mujeres que sufrieron el asedio sexista, y cuyo agresor terminó ascendido, contradicen al gobierno local: "Nos culpan a nosotras"
26 febrero, 2021 00:00Un #MeToo en el Ayuntamiento de Barcelona. La Administración local lidia con un escándalo por al menos dos casos de acoso machista, con sentencia judicial que los prueba y que ha terminado con un ascenso del culpable. Dos víctimas denuncian además que el gobierno municipal que lidera Ada Colau no solo no actuó con "diligencia", como sostiene, sino que "las culpa a ellas y ni se han disculpado".
Lo cuenta Xènia Navarro, una de las auxiliares de jardinería afectadas por asedio machista de la empresa municipal Parcs i Jardins del segundo mayor ayuntamiento de España. El agresor, ahora jefe territorial, se le insinuó, le pidió que le enseñara las bragas, le conminó a avisarle cuando fuera al ginecólogo --entre otros comentarios--, o entró en su vestuario sin avisar. "No ha habido cambios a mejor, e incluso hemos ido a peor. Compartimos puesto de trabajo con los testigos del agresor y a nuestros testigos se les ha trasladado. También se ha intentado con nosotras. Hay rumores, miradas. Nos culpan", lamenta la agredida.
Un escándalo de doble acoso sexual estalla en el Ayuntamiento de Barcelona / CG
Alertas ignoradas...
Navarro recuerda que Parcs i Jardins y el ayuntamiento como institución matriz "no solo han ascendido a responsable territorial a JPP el agresor, sino que le conmutaron dos faltas muy graves por una leve, que se saldó con un cursillo sobre formación antimachista". Ello fue después de que sus alertas por acoso de J cayeran en saco roto.
¿Quién dio la voz de alarma? "Nosotras. En octubre de 2019 ya informamos a la empresa y enviamos un correo al propio Eloi Badia, concejal de Emergencia Climática y Transición Ecológica. Le dijimos que había acoso machista e indicios de acoso sexual. Jamás nos contestó", explica Azucena Sánchez, delegada de CGT en la empresa municipal. ¿Respuesta tibia? Cabe recordar que recientes denuncias de acoso machista han terminado con políticos como Alfred Bosch (ERC), Eduard Pujol (Junts) o Quim Arrufat (CUP) apartados.
... Y el tribunal condena
Los indicios de intimidación a mujeres por el hecho de serlo no generaron una respuesta de una Administración que pilota BComú, un partido abiertamente antimachista. Es cierto que Parcs i Jardins activó el protocolo por acoso. Pero lo hizo para solo uno de los casos. "Esta persona se me insinuó en dos ocasiones y, al negarme, me empezó a menospreciar. Hubo acoso laboral contra mí por no tener relaciones", lamenta Maite Muñoz, la otra afectada, y víctima que no mereció la apertura de otro protocolo de asedio sexista.
Ambas fueron arropadas por CGT, que llevó el caso a la justicia. El juez de la sala de Lo Social número 3 de Barcelona les dio la razón, avanzó TotBarcelona. Hubo acoso laboral y por motivo de género. "Pero es que no fue solo el magistrado. La psicóloga externa que analizó el caso también concluyó en la misma dirección. El protocolo de Parcs acabó reconociendo al menos dos faltas muy graves", enumera Muñoz.
Dimisión de Eloi Badia
Los fallos fueron conmutados. El agresor condenado, ascendido. La empresa municipal sí ha nombrado a una técnica de igualdad para lidiar con posibles nuevos episodios. "Avanzamos de forma muy lenta. Ahora nos han puesto una cerradura en el vestuario de mujeres, porque J. entraba sin avisar. La pedimos hace meses", se queja Xènia Navarro. Su compañera, Maite Muñoz, recuerda que "aún esperan las disculpas de la empresa y del ayuntamiento" por el via crucis que han sufrido.
"Tuve ansiedad e insomnio, se me cayó el pelo", enumera. Continúa, como su compañera, con su trabajo de auxiliar de jardinería en la firma pública. Las dos acudirán hoy a una protesta para pedir la dimisión del gerente de Parcs i Jardins, Francesc Jiménez, y del concejal Eloi Badia. "En la empresa no ha cambiado nada. Solo nos queda hacer ruido y organizarnos, porque podría haber más víctimas", concluyen.