Revertir cuarenta años de control convergente en el Gobierno de la Generalitat. Ese es uno de los grandes retos de los partidos políticos que concurren a las elecciones catalanas del 14 de febrero. Si Junts per Catalunya gana de nuevo los comicios, se encontrará con una estructura administrativa funcionarial que ha soportado las presiones procesistas y, sobre todo, una situación de precariedad que afecta a uno de cada tres empleados públicos.
Es precisamente esa provisionalidad la que ha favorecido incluso la creación de una bolsa de trabajadores a la medida de los intereses de CDC, sin que el tripartito --PSC, ERC e ICV-- fuera capaz de cambiar esa situación durante sus siete años de gobierno.
Según los datos de la Consejería de Políticas Digitales y Administración Pública de 215.384 trabajadores de la Generalitat, 58.580 son interinos. Denunciar esta situación es uno de los objetivos de Plataforma d’Interins de Catalunya (PIC) que lucha desde hace años por lograr la estabilidad de numerosos empleados, algunos de ellos con más de 20 años en situación de interinidad.
Caravana protesta de trabajadores interinos catalanes / PLATAFORMA D'INTERINS/ES CATALUNYA
Las propuestas de los partidos
El lunes, PIC organizó un debate con representantes de las candidaturas al 14F con la finalidad de escuchar sus propuestas para acabar con el abuso de la temporalidad en las administraciones públicas. Lamentaron que la solución del Gobierno no pase por la sanción a la administración ni por compensar a los interinos, sino por la figura del concurso oposición, rechazada por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, que obliga a los estados miembros a poner fin a esa situación de temporalidad.
Durante el debate, la CUP sí fue partidaria de sancionar, mientras que Ciutadans se mostró contundente en la defensa de las resoluciones europeas, y los comunes fueron favorables a la estabilización de los trabajadores. La PIC fue muy crítica con las aportaciones de ERC, que “no ha hecho nada por parar los procesos selectivos en curso mientras ha estado en el Govern”. En cuanto a JxCat y PDECat, la plataforma es demoledora: “El personal interino nunca ha estado en peores condiciones que cuando la Función Pública ha estado en sus manos”. A su juicio, en su participación en el debate demostraron “desprecio por el mérito y la capacidad de miles de servidoras públicas que llevan décadas en precario”.
Caravana protesta de trabajadores interinos catalanes en Gran Vía / PLATAFORMA D'INTERINS/ES CATALUNYA
La carta de Illa
Al día siguiente, el cabeza de lista de PSC-Units, Salvador Illa, hacía pública una carta en la que se comprometía a acabar con el "culto al enfrentamiento" y las "servidumbres partidistas" que el procés ha impuesto en la administración. "Muchos de los servidores públicos han sido obligados, desde el Govern y desde algunas administraciones, a tomar partido por una opción política u otra", denuncia en esa misiva, escrita en catalán y castellano.
Pero PIC echó en falta que Illa no hiciera referencia a la precariedad laboral de los trabajadores públicos. Y también lamentan que el nuevo ministro de Política Territorial y Función Pública, Miquel Iceta, no haya respondido aún a su propuesta de reunión para abordar el problema.
En noviembre, el Parlament dio luz verde a la proposición de ley contra la temporalidad en las administraciones y el sector público catalán. Una iniciativa de la CUP que fue secundada por todos los partidos políticos. Sin embargo, la disolución de la Cámara catalana ha impedido que la propuesta avance y habrá que esperar a la nueva legislatura.
Control del 'sottogoverno'
En paralelo y a otro nivel administrativo, Junts per Catalunya ha utilizado la antigua técnica convergente de la promoción interna para blindar sus altos cargos. Así, si ganan las elecciones, ya disponen de una estructura afín. En caso de derrota, el día a día de la formación ganadora será complicado. ERC lo ha comprobado en este último mandato de coalición, donde ha sufrido ese sottogoverno convergente. Asimismo, las convocatorias de cargos de libre designación han aparecido periódicamente en el Diario Oficial de la Generalitat de Cataluña (DOGC) hasta pocos días antes de que se disolviera el Parlament.
Solo en el mes de enero se produjeron un alud de convocatorias de concursos de méritos. De esta forma, la Generalitat ha ido creciendo y multiplicando sus estructuras. “Si mañana gana el PSC, le va a costar mucho poner en la calle a tantos comisarios políticos y tendrá que aumentar los altos cargos para poner a sus peones por encima de los de los independentistas”, explicaba a Crónica Global un veterano funcionario. Un comentario que enlace con otro asunto pendiente de resolución: la racionalización de una faraónica administración autonómica integrada por empresas, consorcios y fundaciones.