El Área Metropolitana de Barcelona (AMB) ha confirmado finalmente el plantón de uno de los candidatos privados a socio de su empresa mixta de vivienda, Habitatge Metròpolis Barcelona (HMB). La institución supralocal ha admitido la salida de Construccions Rubau y Habyco, una información que avanzó Crónica Global. Ante ello, ahora deberá elegir entre solo tres socios.
Lo ha explicado un portavoz del AMB a preguntas de este medio. Según la fuente oficial, la institución se encuentra "en la fase de selección del accionista privado, que se resolverá en primavera". En esta etapa, la administración "analiza las ofertas recibidas el 21 de diciembre y se está iniciando el proceso de negociación" con los operadores. ¿Qué empresas han enviado ofertas? "Visoren, Coparalq Holdco y Cevasa-Neinor", ha enumerado el portavoz.
Plantón de Rubau-Habyco
Desde el AMB enfatizan que "habrá novedades en primavera". El proceso sigue su curso. De la respuesta de la Administración se desprende que una de las cuatro ofertas preseleccionadas [ver nota de prensa aquí], la que presentaron Habyco y Construcciones Rubau, ya no aspira a sumarse a la operación para hallar un socio privado que construya vivienda social con la institución.
La espantada de la unión de empresas es sorprendente, pero no nueva. El anterior proceso de licitación para hallar capital privado que ayude a construir 4.500 pisos de alquiler asequible en Barcelona y su conurbación quedó desierto. El AMB descartó la única propuesta en firme, la de Cevasa, porque venía aparejada a condiciones que el gobierno metropolitano no compartía.
El pasado de Javier Burón, decisivo
En esta ocasión no han sido las exigencias de los privados los que han obstaculizado el proceso para encontrar un socio para HMB, sino el pasado del hombre fuerte en vivienda del equipo de la alcaldesa Colau. Javier Burón, gerente municipal de Vivienda de Barcelona, estuvo vinculado a Habyco en el pasado. Fue administrador solidario del holding Urbania ZH Gestión, que incluía a diversos proveedores del sector público, incluida Habyco, entre 2012 y 2015.
Aquel paso por el sector privado ha resultado gravoso. A la postre, Habyco ha tenido que retirar su oferta porque su socio, Rubau, percibió posibles colisiones de interés en el procedimiento administrativo. No en vano, Burón juega ahora un papel relevante en la búsqueda de un socio para HMB. En otras palabras: el gerente de Vivienda podría haber tenido que elegir entre tres alianzas de empresas...y otra para la que él trabajó.
Tres candidatos en liza
No se llegará a este escenario porque Habyco-Rubau ha retirado su oferta. La mantienen tres coaliciones de mercantiles. El AMB elegirá a una de ellas para que le ayude en la promoción de al menos 4.500 pisos de alquiler por debajo de precio de mercado en Barcelona y las 35 poblaciones de su entorno. Ocurrirá en primavera, según la administración, lo que sitúa el proceso aún en plazo.
Cuando llegue el momento, el AMB deberá anunciar qué socio privado pone 12 millones sobre la mesa para sumarlos a la idéntica aportación de capital inicial que hará Habitatge Metrópolis. El montante total permitirá a la empresa mixta resultante comenzar las promociones de alquiler asequible. Costarán entre 57,8 y 103,70 millones de euros, con una posible variación del 20%. Estarán terminadas, promete la institución, en seis años.
La vivienda social, piedra en el zapato de Colau
Si el Área cumple su promesa o no es importante habida cuenta de que la vivienda social ha sido uno de los grandes fracasos de la gestión de Ada Colau al frente de la alcaldía de Barcelona. La primera edil prometió poner en circulación 4.000 pisos de alquiler asequible cuando llegó a la alcaldía en 2015. Al final de su primer mandato, en 2019, había entregado unos 800.
Tras ello, la munícipe buscó la ayuda del sector privado, llegando incluso a pagar a los propietarios de apartamentos turísticos para que colocaran sus viviendas en el mercado del alquiler convencional. En paralelo, desde el AMB anunció la creación de Habitatge Metròpolis, pero su constitución ha resultado complicada. Estos problemas han aflorado en pleno repunte de los precios de la vivenda en la capital catalana.