Elisenda Paluzie, presidenta de la Associació Nacional Catalana (ANC) utiliza un lenguaje catastrófico sobre el futuro de Cataluña para clamar por la independencia y, de paso, promocionar sus planes para celebrar el 11S. Ha aprovechado la retirada del tercer grado penitenciario de los condenados por el 1-O para cargar contra el Estado y defender del movimiento secesionista --aunque la decisión parte de la Justicia y no del Gobierno--.
La presidenta de la ANC presenta el independentismo como "la lucha de una nación minorizada" y como la opción para "sobrevivir y conquistar el único estatus que puede garantizar su futuro", en referencia a la Cataluña independiente. Y cierra el vídeo con la proclamanción de que las bases “tenemos el deber de construir un futuro mejor. Tenemos el derecho a ser independientes”, frases que recogen el eslogan elegido para la Diada independentista de este 2020, en la que prevén manifestarse ante un centenar de sedes gubernamentales.
El Estado "enemigo"
Paluzie aprovecha el vídeo donde realiza estas declaraciones para hablar de España como un "Estado opresor" que "aplica el derecho penal del enemigo como forma vengativa y a modo de advertencia futura". Lo dice en relación a la retirada de la semilibertad de los políticos independentistas Oriol Junqueras, Raül Romeva, Joaquim Forn, Jordi Turull y Josep Rull, a pesar de que ella misma reconoce que la decisión parte del juzgado de vigilancia penitenciaria.
La resolución judicial es derivada de los recursos de la fiscalía contra dichos permisos penitenciarios, lo que le da pie a Paluzie para defender que "es un absurdo intentar encontrar una justificación jurídica" a estos hechos, así como también lo es, según su opinión, "intentar encontrar justicia en este Estado". "Tenemos que entender que el Estado español es un Estado opresor, que nos quiere anular como minoría nacional hasta la resignación total", ha asegurado la independentista catalana.
Rechaza el diálogo
La líder de la ANC ha instado a las bases secesionistas a "salir" del "marco político y represivo" que, según ella, mantiene el Gobierno y que hace imposible el diálogo entre el Ejecutivo nacional y los que defienden una nación catalana. "No puede haber luchas compartidas si no se hacen desde la libertad y la soberanía propia --ha declarado--. Cualquier modalidad de diálogo con el Estado que no se haga desde el reconocimiento de la soberanía mutua es caer en su trampa".
Tras ello, ha exigido a los partidos secesionistas que "dejen de alimentar expectativas de diálogo que solo generan frustración" y ha insistido en el poder de las bases para conseguir la independencia. “La fuerza real para alimentar nuestra lucha es la de la ciudadanía movilizada, militante y organizada", según Paluzie.