Un nuevo giro. Esquerra Republicana no quiere desmarcarse por completo del Gobierno de Pedro Sánchez, y más ahora, después de la aprobación de medidas como el ingreso mínimo vital. Por ello, los republicanos negocian con el PSOE y ahora se inclinan por abstenerse y facilitar una nueva prórroga del estado de alarma que se podría votar este miércoles en el Congreso.
El presidente Sánchez, después de dos meses con sus comparecencias de los sábados no lo ha hecho en esta ocasión, pendiente de la negociación de apoyos para esa nueva prórroga. Pero lo tiene prácticamente hecho, con la colaboración de ERC y del PNV, mientras que confía en mantener la relación con Ciudadanos, que ha mantenido la idea de colaborar. En este caso, el Gobierno de Sánchez señala que sería la última prórroga, con la desescalada ya prácticamente ultimada.
¿Ciudadanos, y ERC juntos?
Lo que pretende Esquerra es negociar que la Generalitat pueda gestionar el ingreso mínimo vital, como ha acordado el gobierno vasco para Euskadi. Y, de hecho, busca mantener la relación con el Ejecutivo de coalición de Pedro Sánchez para lograr el gran objetivo de los republicanos antes de las elecciones en Cataluña: recuperar la mesa de negociación sobre el futuro de Cataluña, a la que se comprometió el propio presidente del Gobierno y líder del PSOE en el debate de su investidura.
Esa era la lógica, que se rompió hace dos semanas, con la anterior prórroga del estado de alarma. El hecho de que el Ejecutivo pactara la prórroga con Ciudadanos, llevó a los republicanos a una posición incómoda, con una respuesta del propio Oriol Junqueras, emplazando a Sánchez a optar entre ellos o la formación naranja.
El Gobierno capea la tormenta
Sánchez no quería romper con Esquerra, pero quiso cubrirse las espaldas con la negociación con el partido de Inés Arrimadas. En ese lapso, el Ejecutivo ha sufrido una enorme erosión, por esas dificultades en el Congreso, que le llevaron a buscar la abstención de Bildu prometiendo una derogación "íntegra" de la reforma laboral, además de por encontronazos con la oposición, como el protagonizado por el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, tras destituir al coronel de la Guardia Civil Diego Pérez de los Cobos.
Con la apuesta por la cogobernanza, con las comunidades autónomas, tras autorizar la desescalada en Cataluña a partir de las regiones sanitarias, y después de atar el apoyo del PNV, al poder el gobierno vasco gestionar el ingreso mínimo vital –en la autonomía ya rige una renta mínima que ha sido, en parte, un modelo para la propuesta del Gobierno español—Sánchez buscaba de nuevo la colaboración de Esquerra, que ya se inclina por esa abstención, según ha adelantado La Vanguardia.