El Ayuntamiento de Barcelona, a favor y en contra del Mobile World Congress (MWC). El gobierno municipal que comanda Ada Colau financiará y presentará el congreso antiferia del móvil que tendrá lugar los mismos días que el mayor evento tecnológico de Europa. El Mobile Social Congress (MSC) será presentado y cofinanciado por el ejecutivo local de Barcelona en Comú y PSC. En el mismo intervendrá un abogado que ha denunciado judicialmente a Apple, Microsoft, Dell y Tesla, entre otros.
El contracongreso se celebrará del 24 al 26 de febrero en el Pati Manning de la capital catalana. Coincidirá pues con el Mobile (24 al 27 del mismo mes) y, lo que es más, se dará la circunstancia de que altos cargos con sueldo público de Barcelona en Comú estarán al mismo tiempo arropando la feria oficial y el congreso que protesta contra la misma. Si en el MWC se espera la presencia de Colau y Jaume Collboni, primer teniente de alcalde, en el evento alternativo estarán David Llistar, director de Justicia Global, y Carla Canal, jefa de relaciones Internacionales del Ayuntamiento de Barcelona. Llistar también se dejará ver en la rueda de prensa de presentación del anti-Mobile, que se celebrará el próximo jueves, 13 de febrero.
Pagado por el ayuntamiento
Hay más. Sea cual fuere el cartel del la contracumbre, ésta estará pagada, en parte, por los contribuyentes de Barcelona. Lo ha confirmado a este medio una portavoz de Setem, la oenegé organizadora. "Contamos con aportaciones del ayuntamiento en el marco de un convenio bilateral de colaboración", ha admitido, sin aportar la cifra exacta. Además del consistorio, el anti-Mobile recibe dinero de la Comisión Europea por medio de un proyecto paneuropeo con hasta 11 socios y "pequeñas colaboraciones de la Diputación de Barcelona y los colaboradores".
Precisamente, los colaboradores del encuentro "por la soberanía tecnológica" y contra las "graves vulneraciones de derechos humanos, especialmente laborales e impactos medioambientales en el Mobile World Congress" tienen un fuerte sabor a la galaxia de los comunes. Lo coorganiza Enginyers sense Fronteres, la oenegé en la que Eloi Badia, actual concejal de Transición Ecológica y Emergencia Climática, medró como project manager antes de entrar en política. También figura en la misma la revista Opcions, financiada por el ayuntamiento, o Novact, empresa del activista Martí Olivella --cerebro de los muros humanos durante el referéndum ilegal de secesión del 1 de octubre en Cataluña--, que se encarga de la moneda social de Colau, el REC. Este proyecto municipal arrancó en 2018 como prueba piloto de moneda digital. Su app tiene una elevada valoración, pero solo cerca de 1.000 descargas [consultar aquí]. La aplicación de Transports Metropolitans de Barcelona (TMB), por su parte, acumula más de 500.000.
Los desaires de Colau al Mobile
En el programa, de cuyo contenido se responsabiliza solo la organizadora, Setem, destaca la presencia de Terry Collingsworth. Este abogado ha iniciado acciones judiciales en Estados Unidos contra Apple, Alphabet, Microsoft, Tesla y Dell Technologies por "colaboración" en la explotación infantil en las minas de de cobalto de la República Democrática del Congo [consultar acción legal aquí]. A la espera de si la fiscalía del Estado de Columbia admite su escrito e inicia pesquisas contra las tecnológicas, lo factual es que el Ayuntamiento de Barcelona colaborará en una feria que promueve la presencia de Dell Technologies (tiene adjudicado el estand 3M11 en el hall 3 del Mobile) y, a la vez, pagará y presentará un contracongreso que da voz a quien ha denunciado judicialmente a esta compañía.
La posición ambivalente de Barcelona en Comú con el MWC no es una novedad. En enero, el Ayuntamiento de Barcelona retiró de una web municipal un artículo crítico con la feria tecnológica. La reseña provocó una hábil reacción de Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, que anunció que la región pelearía por la feria tecnológica ante el "trato" que le daba el consistorio catalán. Antes, el equipo de Colau ya había protagonizado otros desaires al Mobile. Dio apoyo a los taxistas en huelga que amenazaron la feria en 2019; la propia alcaldesa había plantado dos veces al rey Felipe VI en el besamanos previo a la recepción oficial; había contratado a activistas anti-Mobile para su equipo, e incluso firmó la renovación del congreso en 2014 con algunos de sus miembros en una protesta en la puerta del acto. Esta posición ambigua es, sin embargo, mucho más suave que la de BComú antes de cazar la alcaldía de Barcelona en 2015. En aquel momento, Colau abogaba por "hacer una auditoría" del MWC al verlo "insostenible" pese a dejar más de 470 millones al año en la ciudad.