Europa, esa gran desconocida donde se toman las grandes decisiones que afectan a los Estados miembros. Sin embargo, los europeos en general y los españoles en particular parecen haber desconectado de este proyecto, amenazado por los partidos xenófobos, euroescépticos y nacionalistas. De esos peligros y cómo combatirlos trata el libro Los Estados Unidos de Europa. El ciudadano europeo pide paso, donde los profesores José Daniel Barquero, Félix de la Fuente y Francesc Xavier Altarriba explican los motivos de la parálisis del proyecto de integración europea. El libro está prologado por el presidente fundador de la Fundación de Fomento Europeo (AEFE) y de la Academia de Cultura Europea, Jorge Castellà de Cot.
Advierten los autores del “gravísimo problema interno” que representan los nacionalismos pues “defender principios nacionalistas y pretender adherirse a la UE o que la UE les abra sus brazos es simplemente pretender destruir la Unión desde dentro”. Asimismo, denuncian en el libro --editado por la Fundación Universitaria ESERP-- que “los nacionalismos de Estado, y no solo el de las regiones, están campando a sus anchas ante la pasividad de las instituciones europeas y del mismo Parlamento europeo”.
"No se puede construir Europa sin una base de unidad"
José Daniel Barquero, doctor en Ciencias Económicas, Ciencias Jurídicas y Ciencias Sociales, explica a Crónica Global que “hoy por hoy, Europa no se puede construir sin una base de unidad y de espaldas a las entidades nacionales. Otra cosa es el filtro político, lo que supone un freno a la integración europea”. Pone como ejemplos adversos a esa idea de integración el Brexit, que atribuye a políticas nacionalistas, o Italia “que impide que Europa tome decisiones comunes, por ejemplo en materia de inmigración, porque decide por su cuenta”.
El 'expresident' y candidato de JxCat al Parlamento Europeo, Carles Puigdemont / EFE
Recuerda la frase de Mitterrand “el nacionalismo es la guerra”, entendida, dice, “en el contexto histórico europeo. Hoy, Europa tiene como competidores los nacionalismos políticos y económicos exacerbados”. Tras recordar la amenaza que supone China, Rusia o Estados Unidos, el profesor afirma que la UE “debe dar respuesta a todas esas amenazas situándose como punto de encuentro de nacionalidades, religiones y lenguas”. En este sentido, considera que “se tendrá que buscar el encaje de la realidad catalana en el Estado español. Si Cataluña y el resto de España no se entienden ¿cómo se van a entender los 27 estados de la UE?”.
"Si España pierde, pierde Cataluña"
Para lograrlo, solo ve una posibilidad. “La búsqueda de fórmulas de consenso, que las partes se sienten en una mesa y logren acuerdos que beneficien a todos. En una negociación, no todo el mundo puede ganar. El diálogo es la base del entendimiento”. Y avisa a quienes buscan el deterioro de la imagen de la nación española: “Si pierde España, pierde Cataluña. Si fracasa Europa, fracasan los 27 Estados”.
El coautor del libro considera que existe un gran desconocimiento de Europa, aunque precisa que “eso depende de la edad. Para los más mayores, la UE puede resultar una imposición. Pero la gente joven que ya ha nacido en la UE no lo ve así”.
El ministro del Interior italiano, Matteo Salvini y la presidenta de Reagrupamiento Nacional, Marine Le Pen (Twitter / Matteo Salvini)
Los profesores proponen la creación de unos Estados Unidos de Europea de tipo federal con dos velocidades porque “siempre será más gobernable que una Europa a 27 velocidades”. Existiría, por tanto, un núcleo duro que tomaría las riendas de la integración económica, política, ciudadana y de valores, integrado en primer lugar por los seis países fundadores --Alemania, Bélgica, Francia, Italia, Países Bajos y Luxemburgo-- a los que se unirían después España, Portugal, Austria y quizás Polonia.
¿Cuáles son los grandes asignaturas pendientes? Defensa y seguridad, economía y fiscalidad, la política exterior, la política cultural y comunicativa, la justicia, la salud y el bienestar social, y la industria y el comercio.
Países más influyentes
¿Unos países de primera y de segunda? “Es normal que países como Alemania que generan más riqueza tengan más influencia. Cataluña, si genera más, puede ser más exigente. Por el contrario, el pulso de una Grecia en declive no es posible”, explica Barquero.
El profesor cree muy necesario que este domingo, los ciudadanos vayan a votar. “Todo se decide en Europa, sin las ayudas europeas, España o Francia no serían lo que son. No puede ser que haya más fans de Eurovisión que de Europa”, sentencia.