Vacío en la Conselleria de Treball en plena crisis sobre menores extranjeros

La crisis sobre los menores extranjeros no acompañados (MENA) no cesa. El último caso se ha producido en Rubí (Barcelona) donde, de nuevo, la creación de plazas para estos chicos se ha hecho de espaldas al Ayuntamiento (PSC). Tampoco la gestión de la Renta Garantizada de Ciudadanía, el proyecto estrella del Govern en materia social --se rechazan el 91% de las solicitudes--, logra salir del atolladero.

Todo ello compete a la Consejería de Trabajo, Asuntos Sociales y Familia, en manos de ERC, que a pesar de los planes de emergencia y las reestructuraciones internas llevadas a cabo, se ve incapaz de controlar esos negociados con gran calado social. Y la marcha de la directora general de Juventud añade más complejidad.

El cese de la directora de Juventud

En efecto, el Diario Oficial de la Generalitat de Cataluña (DOGC) publicó ayer el cese de Norma Pujol, que hasta ahora ostentaba ese cargo. El motivo es su designación como diputada de ERC en el Congreso por Tarragona. Fuentes del departamento explican a Crónica Global que, hasta que se nombre sustituto, las funciones que hasta ahora ejercía Pujol las asumirá la secretaria general de Infancia, Adolescencia y Juventud, Georgina Oliva. Una sobrecarga que se produce en el peor momento pero que, insisten estas fuentes, será provisional.

Jóvenes extutelados de la asociación exMENAS / EXMENAS

Jóvenes extutelados de la asociación exMENAS / EXMENAS

Precisamente ayer, la Federació d'Entitats d'Atenció a la Infància i l'Adolescència (FEDAIA), la Federació d'Entitats amb Projectes i Pisos Assistits (FEPA) y la Federació d'Entitats Catalanes d'Acció Social (ECAS) emitieron un comunicado en el que advertían de que la infancia en riesgo “está al borde del abismo” debido a "la infrafinanciación y la poca visión de futuro”, que afecta a “la calidad de la atención y nos aboca a un sistema de protección que no ofrecerá garantías sociales”. Las entidades sociales acusan al Govern de actuar de forma precipitada en la atención a los menores migrantes. En paralelo, los trabajadores de los centros de acogida se han manifestado en diversas ocasiones para denunciar su precariedad laboral.

Pobreza infantil

La gestión de los MENA, así como los altos índices de pobreza infantil existentes en Cataluña --cifrada en un 28,5%-- obligaron a este departamento a aplicar una reestructuración para potenciar ese ámbito de protección de la infancia. Así, en octubre de 2018, el Govern creó la nueva Secretaría de Infancia, Adolescencia y Juventud con la finalidad de “mejorar la gestión y la coordinación de estas áreas con el fin de promover la protección de los niños y los adolescentes, su bienestar social, el desarrollo comunitario, su inclusión social y participación, todo ello de acuerdo con la normativa vigente y para la protección especial del interés superior del niño”.

Bajo el paraguas de esta nueva Secretaría se incluye la Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia (DGAIA) y la Dirección General de Juventud. Por otra parte, también se inscribe en esta Secretaría el Instituto Catalán de la Acogida y la Adopción (ICAA).

El PSC pide la reunión urgente del Observatorio de la Infancia

De esta macroárea depende el Observatorio de los Derechos de la Infancia que, tal como informó ayer este medio, no se reúne desde hace dos años. Por ello, la diputada del PSC Beatriz Silva, presentó ayer una propuesta de resolución parlamentaria en la que se insta al Govern a convocar, de manera urgente, el plenario de este Observatorio y presentar las memorias sobre las actividades llevadas a cabo desde 2014 --desde entonces no se ha publicado en resumen de actividades--. También reclama la actualización de la composición de los grupos de trabajo para hacer frente a los nuevos retos que tienen relación con la infancia en Cataluña.

“La situación de la infancia se encuentra entre los principales retos para Cataluña. Mientras que la pobreza infantil ha subido hasta una tasa de 28,5%, el sistema de protección social en Cataluña muestra cada vez menos capacidad para hacer frente a los nuevos retos”, denuncia Silva.