Munté también se olvida de la hoja de ruta para lograr la secesión

Munté también se olvida de la hoja de ruta para lograr la secesión

Política

Munté también se olvida de la hoja de ruta para lograr la secesión

La exportavoz del Govern fue una de los tres 'consellers' que dimitió en la recta final de la votación del 1 de octubre para no incurrir en "desobediencia"

5 marzo, 2019 14:36

El procés constó de muchas reuniones del Ejecutivo, pero no para hablar del reférendum tumbado por el Tribunal Constitucional. Esta ha sido la versión de la exportavoz del Govern cesado Neus Munté ante el Supremo, cuando ha dicho desconocer la libreta Moleskine con la presunta hoja de ruta independentista en la que, según se escribió en la misma, Munté dijo que "un referéndum unilateral no tenía sentido". 

"Tenía muchas reuniones, varias al día y no recuerdo hablar del referéndum en esos términos", ha dicho ante el tribunal. La exportavoz del Govern fue una de los tres consellers que dimitieron en la recta final de la votación del 1 de octubre para no incurrir en "desobediencia". 

Ante la pregunta de la Fiscalía de si había trasladado a los miembros del Govern que si hacían caso omiso a las advertencias del Alto Tribunal incurrirían en desobediencia, la dirigente del PDeCAT ha reconocido que sí. Ha matizado que su reacción no fue "por miedo", sino "por respeto" porque "ya había estado en otro proceso parecido", en relación al llamado proceso participativo del 9 de noviembre de 2014.

¿Por qué dimitió?

Munté ha apelado a motivos personales para abandonar el Govern: "Me veía desbordada en mis funciones como portavoz del Govern, acusaba una sobrecarga de trabajo y el inicio de 2017 fue duro a nivel familiar, perdí a mi padre y no podía ejercer mis funciones con normalidad". 

Lo cierto es que su renuncia sigue pasándole factura a nivel político. El expresident Carles Puigdemont, la ha vetado para la candidatura en Barcelona de La Crida y en la que está por ver si se adhiere el PDeCAT.

Los argumentos centrales de su declaración han ido destinados a rebajar el efecto de la hoja de ruta, como en su momento hicieron los acusados, especialmente Carme Forcadell y Jordi Cuixart