Eloi Badia utilizará mañana jueves un espacio municipal para hacer precampaña para Barcelona en Comú (BComú). El concejal de Presidencia, Agua y Energía del Ayuntamiento de Barcelona empleará el auditorio del conglomerado de empresas públicas Barcelona de Serveis Municipals (B:SM) para vender su proyecto de funeraria pública, que apoyan solo 14 de 41 concejales y que, por lo tanto, no se aprobará este mandato.
La II Jornada de Servicios Funerarios arrancará a las nueve horas de la mañana en el auditorio del conglomerado B:SM, que preside Marta Labata. Contará el evento pseudooficial, que lleva el título de El equilibrio entre oferta y demanda, con una intervención de media hora del propio Badia. Tras la alocución del edil, que revivió el proyecto de funeraria municipal sin consenso la pasada semana, intervendrán el gerente de la empresa de servicios funerarios públicos de Palma de Mallorca; Jürgen Slid, director de servicios funerarios de Bestattung Wien, la mayor firma del sector de Austra; Fernando Sánchez, presidente de la firma de cementerios de Madrid y Assumpció Vilà, Síndica de Greuges de Barcelona.
Espacio municipal para un proyecto sin apoyo
La invitación a la jornada, que lleva los sellos oficiales del Ayuntamiento de Barcelona y la concejalía de Presidencia, pretende dar un halo oficial a un espacio de debate enfocado a colocar en la agenda política una iniciativa municipal que no cuenta con el apoyo de la mayoría del plenario. Eloi Badia la presentó de nuevo la pasada semana tras pactar con la CUP y pidió a los demás grupos de la oposición que también votaran a favor del expediente en el pleno de febrero, donde asegura que la someterá a votación. PSC y ERC, dos apoyos clave que necesita BComú para crear la funeraria municipal, ya anunciaron su rechazo.
La distribución de votos deja a Barcelona en Comú con el apoyo de sus diez concejales, con los tres de la CUP y el del concejal no adscrito, Gerard Ardanuy. El resto de grupos apuntan a la abstención o al voto negativo entre fuertes críticas por la "falta de rigor" del equipo de gobierno y su "electoralismo".
'Resucitada' antes de las municipales
Cualquiera que fueren sus críticas, lo cierto es que el proyecto de funeraria pública de Barcelona vuelve a la escena pública de forma extraña. El Ejecutivo local de BComú la descartó tras presentarla hasta en tres plenos en 2017 y 2018 y retirarla en el último momento por falta de apoyo. Tras ello, Eloi Badia, concejal-presidente de Cementiris de Barcelona, la firma pública que sería el germen de la nueva empresa municipal, anunció que descartaba el proyecto. A meses de las elecciones la recupera, aunque no cuenta con el apoyo de casi ningún partido.
A este obstáculo se le suman las dudas que ha suscitado la idea en el sector funerario. Alertan fuentes cercanas al proyecto de que la venta de la participación del 15% que tiene el ayuntamiento en la empresa mixta Serveis Funeraris de Barcelona (Sfb) "no será fácil"; de que el Ejecutivo local "no tiene suelo" para hacer los "tres tanatorios de proximidad o uno grande", como prometió; que no ha calculado el impacto sobre la plantilla de Sfb y que la maniobra esconde el desastre del Cementerio de Montjuïc. Diecisiete meses después de que se hundiera un bloque de nichos en este camposanto, el ayuntamiento ha sido incapaz de identificar todos los restos cadavéricos y Badia y el director general de Cementiris, Jordi Valmaña, continúan denunciados por profanación, daños y malversación, entre otros cargos.