Los antidisturbios que la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, quiere disolver, han actuado hoy jueves en un desalojo en Barcelona. La Unidad de Soporte Policial (USP) ha intervenido en el vaciado de Ca La Trava, en el barrio de Gràcia, donde los okupas se han encadenado a bidones de cemento y han lanzado petardos contra las filas policiales.
Según han informado fuentes cercanas a la Guàrdia Urbana, la USP es una de las unidades que está apoyando a los Mossos d'Esquadra en la recuperación del inmueble, situado en la calle Travessera de Gràcia de la Ciudad Condal. Los agentes se han desplegado en la confluencia de esta vía y la calle Bonavista, dando apoyo a la Brigada Móvil de la policía autonómica. Desde allí están dando cobertura a la policía catalana, que se ha encontrado con un inmueble con ventanas blindadas con pinchos, okupas encadenados a barriles con cemento y una concentración que ha lanzado petardos de gran potencia.
Tres propuestas piden que pare la disolución
La actuación de esta unidad de la Guardia Urbana de Barcelona llega un día después de que la oposición municipal forzara la aprobación de tres propuestas que instaban a que el Ejecutivo local de Barcelona en Comú (BComú) no disuelva la unidad, como pretende. Fueron las resoluciones de PSC, Ciudadanos y PP, que se aprobaron ayer miércoles en la comisión de Presidencia. Salieron adelante con los votos de todos los partidos salvo los de los comunes y la CUP.
Imagen de un desalojo anterior, con agentes de la USP de la Guardia Urbana / TWITTER
Los grupos proponientes criticaron duramente la intención del equipo de Colau de disolver los antidisturbios dentro de una unidad de emergencias más general llamada URPE. Ciudadanos alertó de que la alcaldesa quiere "una policía política" y apuntó a defectos en la transición del cambio policial. El PSC, a su vez, lamentó "no entender el cambio" y valoró que la decisión parece "una selección de personal de forma encubierta, provocando el desánimo entre los agentes que trabajan en la USP". Por su parte, el PP tildó la medida de "vendetta personal de la alcaldesa y sus amigos" contra la Guardia Urbana y manifestó que la alcaldesa "nunca ha creído en el cuerpo de seguridad".
La plantilla, en contra
Como ya han anunciado los sindicatos, la decisión de BComú de cargarse la unidad de seguridad en concentraciones masivas de la Guardia Urbana ha sublevado a los agentes. La representación social de la plantilla ha criticado la medida, que pilota el comisionado de Seguridad, Amadeu Recasens, ya que se produce en mitad de un repunte de la delincuencia en la capital catalana, donde la criminalidad se ha enquistado en zonas como el barrio del Raval, en Ciutat Vella.
Asimismo, los efectivos afean a Recasens y Colau --que es la concejal de Seguridad-- que el cambio de la USP a la URPE empeore las condiciones laborales de los agentes y signifique la modificación de una unidad con un mero cambio de nombre. Asimismo, sostienen que Barcelona en Comú "miente" cuando habla de las nuevas funciones que tendrá el brazo de emergencias de la Guardia Urbana. Hoy se celebrará una asamblea policial para debatir la respuesta a la iniciativa de los comunes.