Pinchazo mayúsculo de los independentistas con la llamada a no trabajar el 12 de octubre. Apenas una minoría ha respondido a la llamada de los autodenominados comités de defensa de la república (CDR) y otras entidades, que emplazaban a "no celebrar nada" en el Día de la Hispanidad o El Pilar y a acudir como un día habitual a su puesto de trabajo. El ejemplo más llamativo han sido los ayuntamientos; casi ningún consistorio controlado por los secesionistas ha abierto sus puertas por miedo a acciones judiciales.
El separatismo sí boicoteará la Fiesta del Pilar en Girona, donde el ayuntamiento que lidera Marta Madrenas (PDeCAT) operará como una jornada convencional y el equipo de gobierno trabajará. Es la única capital de provincia catalana que abrirá. Los funcionarios, no obstante, podrán acudir a sus puestos de trabajo "sólo si lo desean". También tendrá actividad el mercado municipal de la ciudad. En Sant Vicenç dels Horts (Barcelona), el pueblo donde fue alcalde Oriol Junqueras y que aún se mantiene en manos de ERC, se prevé movimiento. El equipo de gobierno realizará su reunión de trabajo habitual como un viernes cualquiera.
Sólo la CUP se atreve
En la provincia de Tarragona, sólo el pequeño pueblo de Els Guiamets, gobernado por la CUP, abrirá a los ciudadanos esquivando la festividad del Pilar. Habrá en esta localidad de 272 habitantes atención al ciudadano, un servicio que no estará disponible en el resto del territorio. En Amposta, por ejemplo, el primer edil Adam Majó (ERC) ha anunciado que trabajará porque "no se siente representado por la fiesta". La oficina de atención al vecino, no obstante, no abrirá sus puertas. En Valls, gobernado por Albert Batet (PDeCAT), se "trabajará" para avanzar proyectos, sin ofrecer los servicios habituales al ciudadano.
Albert Batet, diputado de Junts per Catalunya y alcalde de Valls (Tarragona), no abrirá su ayuntamiento / EFE
Por su parte, otros ayuntamientos controlados por los nacionalistas, como el feudo de Vic (Barcelona), cesarán su actividad. Sí abrirán los comerciantes del centro de la ciudad, que han optado por abrir tras realizar una encuesta interna en la que se ha valorado la "situación política" en la autonomía para levantar sus persianas durante la Fiesta del Pilar. Otra guardería en Sant Feliu de Llobregat (Barcelona) también ha anunciado que sigue con su actividad lectiva como si de un día normal se tratara.
En Badalona no habrá 'show'
En una de las ciudades que fue protagonista en anteriores festividades, Badalona, la cuarta mayor ciudad de Cataluña, este año no habrá escenificación independentista. El pasado 20 de junio prosperó una moción de censura en el consistorio que colocó a Álex Pastor (PSC) en la alcaldía, desalojando a Dolors Sabater, de Guanyem Badalona en Comú, la marca blanca de la CUP en el municipio. Este partido fue el que protagonizó la apertura de las dependencias municipales el 12 de octubre de 2016, que terminó en incidentes y una investigación judicial por desobediencia. El juez sobreseyó la causa en enero de 2017.
Incidentes en Badalona durante la apertura del ayuntamiento el 12 de octubre de 2016 / CG
Sí habrá show secesionista en poblaciones como Celrà, Castelló d'Empúries, Sant Julià de Ramis y Torroella de Montgrí (Girona) o Linyola y Alcarràs (Lleida). En estas poblaciones los equipos de gobierno trabajarán como un día normal, aunque no abrirán las dependencias municipales. Según los primeros ediles de estas localidades, en la jornada de hoy "no hay nada que celebrar". En el resto de la autonomía trabajarán en los ayuntamientos solo los grupos municipales independentistas, como en Lleida. En Tarragona ciudad, solo la CUP irá a trabajar. Los consistorios que abran, entre ellos ninguna capital de comarca, lo harán mayoritariamente de forma simbólica.