Son las voces del 12 de octubre en Barcelona. La manifestación en motivo del Día de la Hispanidad ha reunido a unas 300.000 personas, según los organizadores, y a 65.000, según la Guardia Urbana. Todos venían con sus banderas y enseñas pero, sobre todo, con una historia personal detrás.
Una de las que la ha querido contar a este medio ha sido Raquel, de Barcelona. Lleva cinco años acudiendo a la marcha del 12-O, casi tantos como hace que comenzó el procés, que pocos recuerdan cuando arrancó de verdad. En el caso de esta joven, tiene claro que debe estar en el Paseo de Gracia un viernes a mediodía. "Venimos a celebrar la Hispanidad. Sí, creo que el procés ha influido a la hora de venir", admite.
Raquel lleva consigo la senyera, la bandera con las cuatro barras --sin la estrella--, con el fin de "reivindicar que este es mi país". "Parece increíble que tengas que reivindicar algo así. Se lo dices a alguien de fuera y no se lo cree".
Una catalana en Madrid
Otra de las manifestantes que habla con este medio es Patricia. Nació en Barcelona, pero vive en Madrid. Acude a la macromanifestación --150 entidades y entre 65.000 y 300.000 asistentes-- acompañada de su padre. "Es él el que me arrastró hasta aquí", admite en tono jocoso.
Manifestación del 12 de octubre en Barcelona / CG
Patricia describe una situación no tan inusual como parece. “He venido hoy porque en Madrid los catalanes estamos estigmatizados. Quiero hacer fotos y vídeos para mostrarle a mis amigos que no todos los catalanes son independentistas. Y ya ves cómo está esto”. Con esto se refiere a una marcha que ha ocupado la plaza de Cataluña y el paseo de Gràcia hasta la calle Rosselló. No ha podido subir más arriba porque una contramanifestación antifascista hacía de tapón a la altura de Jardinets de Gràcia.
A la 'mani' en familia
Tampoco se ha escondido --desde el escenario se ha recordado que algunos catalanes "habían callado durante mucho tiempo"-- una familia venida al completo desde Sitges (Barcelona). Han asegurado sentirse “catalanes, españoles y europeos". También han dejado claro que "juntos nos depara un futuro mejor”.
La masiva marcha del 12-O en Barcelona / CG
Han señalado también que son repetidores, esto es, que han acudido al 12-O por segundo año consecutivo. Creen que en esta ocasión es el “más multitudinario con diferencia”. Las imágenes, al menos, les avalan. Una marea humana ha desbordado el Paseo de Gracia.
Ocho apellidos catalanes
Habla también Joan, de 31 años, nacido en Barcelona y con "ocho apellidos catalanes". No habla de ninguna película de ficción, sino de una realidad palpable. Es el segundo año consecutivo que acude a la movilización. “Hasta el año pasado nunca había participado en una protesta de este tipo", asegura el catalanohablante.
Sostiene que uno de los motivos que le han llevado a salir a la calle es que los políticos catalanes usen el nombre del pueblo de Cataluña en su propio beneficio. "Es una manipulación en toda regla, muchos no somos independentistas”. Por ello, manifiesta sentirse “obligado y con el deber de venir a esta manifestación, precisamente para demostrar que lo que dicen en nombre del pueblo es falso”.
"Si hay independencia, me voy a Sevilla"
Los adolescentes también tienen voz. Naum, de 17 años, asegura que "se marchará a Sevilla, de donde es su familia, si finalmente Cataluña se independiza". Ha venido a la mani desde Cornellà de Llobregat (Barcelona) con sus amigos. Aunque saben hablar catalán, se consideran "muy españoles". Sus compañeros asienten en silencio. "Entendería que ocurriera algo así --en referencia al procés-- en un país tercermundista, pero no en España", remacha.
Lo interrumpe en ese momento uno de sus colegas. "¡Somos catalanes y españoles!", espeta. Hablan ahora todos atropelladamente para recordar que las caceroladas más seguidas durante el desafío secesionista de 2017 fueron, al menos en Cornellà, cuando hablaba el expresident Carles Puigdemont en TV3. "Esto de la independencia es una cosa de Lleida y Tarragona. A nosotros que nos dejen en paz", concluyen.