No pasa el corte de los vecinos. La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y su equipo, han sido una "decepción" para la Ciudad Condal desde que alcanzaron el Ejecutivo local en 2015. Así lo razonan tres miembros de Moviment Barcelona, la plataforma de debate ciudadano que busca permear en forma de ideas --y no con personas-- en las elecciones municipales de 2019.
Moviment Barcelona se reivindica como "200% ciudadana y apartidista". Reúne a gente tan diversa como Jordi Giró, presidente de la Confederación de Asociaciones de Vecinos de Cataluña (Confavc), Anna Rossell, economista, o Manel Casals, director general del Gremio de Hoteles de Barcelona. Desde sus ópticas diversas, no obstante, comparten un diagnóstico: "La ciudad es gratis, la marca Barcelona nos ha abierto muchas puertas, pero recientemente ese galón se ha venido abajo, ha perdido enteros", señala Rossell en conversación con este medio.
Debates de ciudad
Con este punto de partida, desgranan sus inquietudes y lo que les gustaría trasladar a los partidos políticos que concurren a las elecciones, ya que ellos, subrayan, no lo harán. "Barcelona tiene 73 barrios y no se sabe muy bien qué hacemos con esos barrios. Los vaciamos de contenido y vecinos, y ello me inquieta", razona Giró.
Esta es una de las ideas que quieren debatir, aunque habrá muchas otras. No irán mucho más allá. No se sumarán a listas electorales, pero sí aspiran a que las candidaturas incorporen sus demandas. Hasta ahora, se han reunido con Jaume Collboni, presidente del grupo socialista en el Ayuntamiento de Barcelona; Alfred Bosch, candidado de ERC a las municipales y Jordi Graupera, que aspira a hilvanar una lista unitaria independentista para los comicios locales. ¿Qué les habrán dicho? "Presionaremos y reivindicaremos para que las ideas de los ciudadanos de a pie se puedan implementar tras las elecciones", aclaran.
"No se han cumplido las expectativas de Colau"
Son conscientes de que la cita electoral de 2019 "será la más importante desde la Transición, desde el 1979". Con esta tensión, ¿que les gustaría que los candidatos debatieran? "Propuestas de continuidad y no para cuatro años. Y los problemas de Barcelona son a largo plazo", avisa David Poudevida. ¿Qué respuestas darían ellos? "Debates sobre el civismo en la ciudad, que se ha relajado. El hecho de que son las empresas las que nos sacarán de la crisis y que a veces se las demoniza", enumera Rossell. "O en la tesis de que el turismo no lo hemos inventado ahora. Vivimos de él desde hace medio siglo", agrega Poudevida.
El activista, además, tiene claro lo que ha fallado hasta ahora. "El gobierno municipal actual generó muchas expectativas cuando ganó en 2015. Quizá lo votó gente que no compartía al 100% sus ideas. En el plano general, las expectativas no se han cumplido", lamenta Poudevida. "Yo analizo tres cosas: el poco diálogo de la nueva política recuerda a la vieja; ha habido nepotismo en el Ayuntamiento, algo que si hiciera el PP se criticaría mucho y la poca intervención en el plano social, que era la gran bandera de BComú: la poca vivienda pública construida, por ejempo", remacha Rossell.
Valls y Graupera, ¿bienvenidos?
Moviment Barcelona se presentó en público como un espacio de debate "progresista y soberanista". ¿Es otra marca del independentismo? "En absoluto. Una de las primeras personas que quiso encontrarse con nosotros fue Jaume Collboni (PSC). Las elecciones municipales de 2019 tienen que ir de Barcelona y de los aspectos sociales, no del debate nacional", avisa Poudevida. "No nos marca una identidad. Nos marca la ciudad y su área metropolitana. Es el eje central. Y por ello debe abordarse el trabajo de Barcelona con una visión metropolitana", manifiesta Giró.
Esa centralidad urbana, no obstante, podría quedar tapada por el debate nacional si el exprimer ministro francés Manuel Valls y el filósofo Jordi Graupera concurren a los comicios con candidaturas amplias constitucionalistas e independentistas. "Sin entrar en nombres, si es una cuestión de reflotar la ciudad, no es ningún problema. Si alguno se presenta con un ángulo de carrera personal, no es una buena idea", señala Rossell. "Para conocer Barcelona, no bastan dos días. Ni quizá cuatro años. Hay tanta gente, redes vecinales y empresariales que tienes que tocar, que una legislatura es poco. Si estas personas, o cualquier otra que se postule de cualquier ideología, necesita una legislatura entera para conocer la ciudad, no sirve. Porque Barcelona tiene que ser relanzada desde ahora mismo", concluye Poudevida.