"Los partidos políticos son grandes máquinas burocráticas"
La catedrática de Derecho Penal Inés Olaizola enmarca los casos de corrupción en el exagerado gasto de las formaciones políticas. “Sus mítines son conciertos de los Rolling Stones", afirma
21 abril, 2018 00:00La corrupción política existe en todos los países, pero en España se da una conjunción de factores que pueden alimentarla. Entre ellos el exagerado gasto de los partidos políticos. Inés Olaizola, catedrática de Derecho Penal de la Universidad Pública de Navarra (UPN), analiza esta mala praxis en el libro La financiación ilegal de los partidos políticos: un foco de corrupción.
Olaizola, que hizo su tesis doctoral sobre cohecho, ha participado en un desayuno organizado por el observatorio digital Agenda Pública. Le llama la atención que se haya escrito tan poco sobre este tema desde el punto de vista penal a pesar de la infinidad de casos de corrupción (Filesa, 3%, Palau, Pallerols, ERE, Gürtel….).
Este tipo de prácticas afecta a todos los partidos y países, pero en el caso español "el problema que tenemos es un nivel de gasto en los partidos exagerado, funcionan como pequeñas administraciones, tienen coches oficiales, cuentas abultadas…Y eso hay que multiplicarlo por cada municipio". A eso se unen "campañas electorales interminables" a las que hay que añadir las precampañas. "Los mítines se convierten así en un concierto de los Rolling Stones. Se empapelan las calles con caras sonrientes como si el ciudadano fuera tonto y se recurre al buzoneo pese a existir correo electrónico. Todos los partidos deberían reducir sus gastos vía legislación", afirma la experta.
"No les interesan los afiliados"
La afiliación a partidos en España es la más baja de toda Europa, según informa Greco. "A los partidos no les interesan los afiliados, son grandes máquinas burocráticas, cuanto más militantes, más problemas y control. El nivel de impagos de afiliados es muy alto, pero no se reclama. La financiación no se basa en los inscritos, sino en la privada, empresarial o de personas jurídicas".
Olaizola se refiere al crowdfunding como una interesante novedad, “pero con la legislación actual es un problema. Las cuotas son anónimas, pero la legislación prohíbe que las donaciones lo sean”. Además, “las donaciones no pueden ser finalistas y este micromecenazgo lo es”.
La catedrática critica el escaso control de la Administración en cuestiones como “el urbanismo y la contratación, sobre todo, en manos de los ayuntamientos. Tienen una normativa complejísima, que se une a la escasa financiación de los consistorios”.
La nueva ley de contratación
Se muestra cauta respecto a la entrada en vigor de la nueva ley de contratación pública y arremete contra “los contratos menores, el fraccionamiento y los sobrecostes”, que en algunos países europeos no existen. “Se dice que cuando un funcionario cobra dinero y se lo queda, es peor que si se envía el dinero al partido. Yo creo que es al revés. Cuando los partidos políticos juegan sucio nos perjudica a todos”, advierte Olaizola.
¿Más leyes o más recursos? ¿Era necesaria una ley de financiación de los partidos políticos? Confiesa que cuando comenzó su trabajo pensó que la respuesta sería que no, dado que ya hay tipos penales (apropiación, prevaricación, estafa…), pero finalmente cree que era necesaria porque "hay lagunas".
El coladero de las fundaciones
En este sentido, afirma que “se ha mejorado el control, pero las fundaciones son un coladero en el que nadie quiere entrar. Y los informes del Tribunal de Cuentas van con retraso”.
Además, las condonaciones de los bancos es infracción, no es delito. Y el porcentaje de declaraciones de empresas que donan a partidos es mínimo. En Alemania, por cada euro que se consigue con financiación privada, se consigue uno de financiación pública. “Con eso se consigue más transparencia”, explica la docente.