Jaume Collboni, líder del PSC, en la entrevista con Crónica Global / LENA PRIETO

Jaume Collboni, líder del PSC, en la entrevista con Crónica Global / LENA PRIETO

Política

Collboni: "Municipalizar el agua es un dogma que puede hundir las finanzas de BCN"

Collboni afirma que la alcaldesa no se atreve a desprivatizar el servicio de limpieza, que cuesta 350 millones anuales, porque "hay informes que alertan del colapso financiero que causaría"

12 abril, 2018 00:00

El líder del PSC en el Ayuntamiento de Barcelona, Jaume Collboni, cuestiona algunas medidas de Ada Colau, como la intención de municipalizar el agua.

--Pregunta. ¿Qué opina sobre el proyecto de Ada Colau de municipalizar el suministro del agua?

--Respuesta. La remunicipalización de Colau es un dogma. Me hago una pregunta. ¿Por qué no se plantea la remunicipalización de la limpieza de la ciudad? Ahora sale el concurso, es la contrata más importante que tiene Barcelona, unos 350 millones anuales. Es la externalización más grande que tiene la ciudad. No se hace porque han encargado informes y éstos dicen que municipalizar ese servicio podría provocar el colapso financiero de Barcelona. Ya no hay debate, no hay remunicipalización. En cambio, en un servicio que es metropolitano como es el agua no nos dan ninguna cifra, no nos dicen si el servicio va a ser más barato y de mayor calidad, que al final es de lo que se trata. Nadie nos lo explica, pero lanzan una gran ofensiva. Hay ciudades europeas que han optado por municipalizar cuando se han acabado las contratas, podemos hablarlo, pero hay que hacerlo bien, no por postureo o por propaganda política, que es lo que se está haciendo con la remunicipalización del agua.

Video: Remunicipalización del agua

--Hay alcaldes socialista a los que no les parece mal la idea: Terrassa, Santa Coloma…

--En Terrassa se acababa la contrata, no había que rescatarlo. Berlín remunicipalizó el agua y no ha sido una experiencia muy positiva porque han tenido que hipotecar las cuentas públicas del ayuntamiento por bastantes años y no ha mejorado el servicio ni ha sido más barato. Con las cosas de comer no se juega. Barcelona, herencia de la etapa socialista, tiene una gran virtud que es tener unas cuentas públicas saneadas. Incluso cuando la Generalitat hacía recortes, tapados con el procés, en Barcelona no se recortó nunca. Y, con mi voto, no voy a poner en riesgo la salud financiera de la ciudad con experimentos o por dogmas ideológicos.