¿A qué se dedica la Hacienda catalana? La Agencia Tributaria de Cataluña (ATC) es víctima de la ira de los sindicatos por, presuntamente, lagunas en la prevención de riesgos laborales con, sostiene la parte social, riesgos en climatización, cableado eléctrico o ventilación.

Aunque la vicepresidencia de Economía lo niega y admite "incidencias ya solventadas", lo cierto es que una de las que estaba llamada a ser una estructura de estado de una hipotética Cataluña separada de España no acaba de despegar. El departamento informó en febrero de que las cerca de 30 oficinas del organismo gestionaron 3.254 millones de euros en impuestos propios y cedidos en 2017, el 12,35% más que el ejercicio anterior.

El ladrillo

Los sindicatos matizan esa cifra y recuerdan que buena parte de ese incremento se debió al repunte de las liquidaciones de los impuestos de transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados en la ATC, que crecieron el 17,89%.

Agregan además que el programa e-Spriu de la Agencia Tributaria, que debía servir para gestionar todos los impuestos, presenta lagunas. "Hubo diversos proveedores y es evidente que no funciona todo lo bien que debería". Asimismo, recuerdan que existe una deficiente dimensión de personal en algunos puntos de atención al contribuyente y que al menos cuatro oficinas carecen de director.

805 empleados y 34 oficinas

Cabe recordar que la Hacienda catalana presenta una red de 34 oficinas entre propias y compartidas y un total de 805 empleados.

El proyecto, que los independentistas vendieron como un pilar de la república catalana separada de España que nunca llegó, "nunca fue capaz de sustituir a la Hacienda nacional", según los sindicatos.