El presidente del Parlament, Roger Torrent, ha propuesto formalmente poco después de la una del mediodía de este sábado a Jordi Sànchez como candidato a la presidencia de la Generalitat. Activa de nuevo una sesión de investidura compleja en la Cámara catalana a través de las redes sociales.
Lo hace tras la comparecencia ante los medios de Carles Puigdemont desde Berlín. En su intervención, el líder de JxCat ha dejado claro que el candidato actual de su partido es el líder independentistas que está en la cárcel de Soto del Real (Madrid) desde hace casi seis meses.
Ronda de consultas
Un formalismo que no ha llevado sorpresas. Torrent había concluido este viernes la ronda de consultas con los partidos con presencia en el hemiciclo catalán sobre la elección de un nuevo presidente de la Generalitat. Aunque la candidatura de Sànchez tiene pocas posibilidades de salir adelante.
Primero, porqué el Tribunal Supremo debería apoyar su salida de la cárcel para que pudiera estar presente físicamente en la sesión. Así lo indica el reglamento de la Cámara catalana. Ya se intentó a principios de marzo, pero el magistrado Pablo Llarena le negó la posibilidad de salir de prisión y Torrent aplazó la jornada. Hecho que propició que el propio Sànchez anunciara a que renunciaba a su acta de diputado, aunque luego se desdijo.
Falta de apoyos
Si llegara a salir de Soto del Real, tampoco contaría con los apoyos necesarios para convertirse en presidente de la Generalitat. La CUP ha dejado claro que sólo cambiará la abstención actual si la candidatura que llegara a la Cámara es la del propio Puigdemont, cuestión aparcada por por el propio expresidente.
Ante este escenario, los independentistas necesitan más apoyos para superar con éxito el proceso. Sobre el papel tienen la mayoría, pero como Comín mantiene en acta de diputado y no puede votar al estar huido a Bruselas, pierde la ventaja. Y JxCat y ERC no han conseguido que ningún otro partido cambie su sentido de voto. Ni siquiera el de Ada Colau y Xavier Domènech, Catalunya en Comú, que les ha brindado apoyos públicos puntuales.
La política catalana mantiene el bloqueo.