Mandos independentistas de los Bomberos de la Generalitat de Cataluña sancionan por desobediencia cuando ellos azuzan la causa dentro del cuerpo. Un caporal de la Región de Emergencias de Lleida, uno de los bastiones prosecesión del cuerpo, ha sido suspendido de empleo y sueldo por no acatar una orden directa de un superior.

Según ha denunciado UGT, el funcionario rechazó realizar unas tareas concretas que le ordenaron sus superiores en un parque de la provincia. "Entre ellas figuraba la de rellenar unas botellas de oxígeno caducadas. El compañero se negó y le abrieron un expediente. El procedimiento ha acabado con una suspensión de empleo y sueldo de ocho meses por desobediencia", han indicado. El caso está ahora recurrido ante Juli Gendrau, director general de Prevención.

Jefes de 'Bombers per la República'

Preguntada por la cuestión, la portavocía de prensa del cuerpo de Bomberos de la Generalitat ha indicado que no podía desvelar más información, porque ello vulneraría la ley orgánica de protección de datos personales.

Sí han arrojado más luz fuentes cercanas al caso. "Se trata de un profesional de más de 50 años, un caporal. Le vino la orden de Jordi Solà, jefe de la región y uno de los dirigentes de Bombers per la República. Este señor no podía firmar un profesiograma de tareas como el que se entregó al afectado. Tenía que haber venido de recursos humanos o la dirección operativa", han señalado. "Al contener trabajos con los que estaba disconforme porque los veía peligrosos, el profesional no los realizó. Ahora se lo han hecho pagar con una sanción", ha agregado.

Denunciante

Dos elementos más enturbian el caso. El profesional suspendido denunció en el pasado que se habían falseado unos certificados de catalán en una promoción interna. El caso nunca pudo ser aclarado. "Desde entonces, el funcionario y su hermano quedaron en el punto de mira en Lleida", han subrayado fuentes conocedoras del caso.

Precisamente, los mandos de esta región de emergencias, no todos los efectivos, son particularmente tolerantes con la causa independentista. "Permiten estelades en los parques, símbolos propresos en los camiones y cubas, y fueron los que toleraron los actos en favor de los presos secesionistas en la misa de Sant Joan de Déu, patrón del cuerpo, el 8 de marzo. Dejaron sillas vacías por los exconsellers y los activistas que están en prisión. Ello provocó que se fueran los representante de PP y Ciudadanos. Los mandos de la región, con Solà al frente, no hicieron nada".