El director general del Servicio de Salud, Juli Fuster

El director general del Servicio de Salud, Juli Fuster

Vida

Los médicos de Baleares tendrán que saber catalán para obtener plaza fija y complementos salariales

El personal deberá acreditar que posee el nivel B1 del idioma, o el A2, en el caso de auxiliares de enfermería y celadores

7 febrero, 2018 22:08

El nuevo borrador del decreto del catalán en la sanidad balear ya está sobre la mesa. Y, de acuerdo con los criterios establecidos en el documento, el personal médico deberá acreditar que posee el nivel B1 del idioma para poder consolidarse en su puesto de trabajo y obtener plaza fija. De no ser así, los profesionales no podrán acceder a la carrera profesional y tendrán que conformarse con una ocupación provisional aunque aprueben las oposiciones convocadas por el Instituto Balear de Salud (Ib-Salut) para 2018 y 2019.

De esta forma, con lo dispuesto en la propuesta, los médicos se verían privados de los complementos salariales aparejados a las plazas fijas así como a la hora de solicitar su movilidad. Ello también sucede a los auxiliares de enfermería y celadores. En su caso, deberán demostrar tener conocimientos del A2 de catalán en los procedimientos de provisión que afecten a determinadas categorías y especialidades.

Dos años para garantizar el nivel exigido

Frente a la avalancha de críticas que el decreto ha recibido, el director general del Servicio de Salud, Juli Fuster, ha defendido que todos los profesionales, tengan o no título de lengua catalana, podrán participar en la convocatoria de ocupación pública, tras lo cual dispondrán de un periodo de dos años para garantizar el nivel exigido. Si transcurrido ese tiempo no cuentan con ninguna titulación, no podrán obtener plaza estable.

Con el objetivo de evitar esta situación, el Gobierno balear --integrado por PSOE y la formación econacionalista MÉS-- asegura que su intención es facilitar por todos los medios posibles la capacitación lingüística necesaria para trabajar en la sanidad del archipiélago. Y para ello ha mostrado su compromiso de ofrecer más posibilidades de autoaprendizaje de catalán, el apoyo de lingüistas o posibilitar que los sanitarios puedan, por razón de horario, acceder a los cursos habilitados para ello.

Primer proceso de normalización "progresiva" del catalán

Según el Ejecutivo autonómico, se trata de la primera vez que se abre un proceso de normalización “progresiva” de la lengua catalana en la sanidad pública, de tal modo que, asegura, las líneas generales del texto “conjugan el derecho de los usuarios a ser atendidos en cualquiera de las dos lenguas oficiales con la garantía de una asistencia sanitaria de máxima calidad”.

No obstante, las críticas hacia la medida no se han hecho esperar. Desde Ciudadanos, su portavoz en el Parlament balear, Xavier Pericay, ha aseverado que el catalán no debería ser un requisito “en general”, si bien ha manifestado que la propuesta actual “es más razonable” que la pactada a finales del pasado verano: el anterior borrador fijaba que los auxiliares acreditasen disponer del nivel básico o B1 de la lengua catalana para acceder a una plaza en la sanidad, mientras que los médicos y enfermeros debían contar con el nivel B2 o avanzado.

Movilización en febrero contra el decreto

Por su parte, la portavoz del PP en la Cámara autonómica, Margalida Prohens, ha lamentado las “improvisaciones y golpes al aire” del Pacte a la hora de negociar el decreto con la única pretensión, ha aseverado, de “mantener el equilibrio de las sillas”.

Las negociaciones del decreto han generado incluso diversas movilizaciones, como la manifestación llevada a cabo el pasado mes de diciembre en Mahón por la plataforma ciudadana Mos Movem en la que participaron unas 2.000 personas. La misma entidad ha convocado otra protesta para el próximo 18 de febrero, en esta ocasión en Palma.