Ciudadanos (Inés Arrimadas) y Xavier García Albiol (PP) / FOTOMONTAJE DE CG

Ciudadanos (Inés Arrimadas) y Xavier García Albiol (PP) / FOTOMONTAJE DE CG

Política

Ciudadanos y el PP, a la greña por el grupo parlamentario

La pelea, provocada por la negativa de la formación naranja a ceder un diputado a los populares, es la punta del iceberg de un batalla que se hará extensiva al resto de España

20 enero, 2018 00:00

Si para el PP catalán ya fue traumática su debacle en las elecciones del 21D, tener que compartir el grupo mixto con la CUP supone una humillación. Ciudadanos, el partido receptor de esa fuga de votos populares, no tiene intención de auxiliar a los populares cediéndole un diputado para que pueda tener grupo propio. Y esa postura ha abierto las hostilidades entre estas dos formaciones conservadoras que en el verano de 2016 pactaron la investidura de Mariano Rajoy. Dieciocho meses después, Cs y PPC no esconden unas escaramuzas parlamentarias, con visos de hacerse extensivas al resto de España.

Los populares han hecho casus belli de la negativa de Ciudadanos a cederle un diputado para que puedan tener subgrupo en el Parlament. Abrió fuego a principios de semana el coordinador general del PP, Fernando Martínez-Maillo, quien acusó a la formación naranja de “poca generosidad” y “mucha arrogancia”, y recordó que Cs tiene en la Mesa del Congreso dos miembros y tres presidencias de comisión gracias al PP.

Por su parte, el secretario general de Ciudadanos, José Manuel Villegas, aseguró que lo único que pretenden los populares es cobrar subvenciones por el mailing electoral, algo que no les corresponde al carecer de grupo parlamentario propio. La formación naranja fija en 800.000 euros esas retribuciones públicas por la campaña electoral, “algo que no se han ganado en las urnas”.

Toque de atención a Rajoy

El enfrentamiento entre Cs y PP es la punta del iceberg de un batalla que ha comenzado en Cataluña y que se hará extensiva al resto de España. La victoria de Inés Arrimadas en las elecciones del 21D, en las que obtuvo 36 diputados, frente al desplome del partido de Xavier García Albiol, que pasó de 11 a 4, ha supuesto un toque de atención para Mariano Rajoy. Y aunque Cs no piensa provocar un adelanto electoral y se mantiene fiel a sus acuerdos de investidura, Albert Rivera ha endurecido su oposición.

parlament nuevo

parlament nuevo

La composición del nuevo Parlament, con PP y CUP ocupando la última fila / PARLAMENT

En Cataluña, ese pulso se centra en la negativa de Cs a ceder un diputado al PP, el que necesita para tener grupo propio. Los populares advierten a la formación naranja de que, si quedan relegados al grupo mixto –que deberían compartir con la CUP--, los independentistas tendrían mayoría absoluta en todas las comisiones parlamentarias. Un golpe bajo al que Ciudadanos ha sabido responder.

Según afirman, si el PP tiene grupo propio, la CUP se quedará con todo el grupo mixto en todas las comisiones y uniría sus votos a Junts per Catalunya y ERC para aplicar el rodillo en esos órganos parlamentarios. Pero si el PP y la CUP comparten el grupo mixto, los antisistema ya no estarán en las comisiones en las que esté presente el PP,  por lo que el independentismo perdería su mayoría.

Golpear donde más duele

Pero Cs también sabe golpear donde más duele. Recuerdan que el PP regaló cuatro senados al PNV para que tuviera grupo propio y cobraran las subvenciones “que no les corresponden”, en el marco del pacto de gobernabilidad que ambos partidos tienen durante esta legislatura. Los populares, subraya Cs, también amagaron con facilitar a Convergència que tuviera grupo propio en el Congreso “cuando los independentistas ya estaban fraguando un golpe a la democracia”. Cs estuvo en el grupo mixto dos veces en el Parlament. Y ahora lo está en el Senado.

Pero para Albiol, compartir despacho con una formación tan ideológicamente opuesta como es la CUP –que ha bajado de 10 a 4 diputados-- supone una doble humillación que, de momento, Ciudadanos no piensa aliviar. Invitan a los populares a proponer en la Mesa del Parlament un cambio en el reglamento para que, solo con 4 diputados, pueda tener grupo propio. Pero se trata de una Mesa donde hay mayoría secesionista, por lo que resulta complicado que esa pretensión prospere. “Que no nos pidan retorcer el reglamento como hacen los independentistas”, afirma Cs.