Imagen de archivo de una entrevista del director de TV3, Vicent Sanchis, al entonces presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont (d) y al que era vicepresidente, Oriol Junqueras / CG

Imagen de archivo de una entrevista del director de TV3, Vicent Sanchis, al entonces presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont (d) y al que era vicepresidente, Oriol Junqueras / CG

Política

Puigdemont prepara ya el asalto a TV3 sin haber pactado aún con ERC

Cuminal, uno de los ideólogos de la candidatura del ‘president’ que amagó con romper el carné de PDeCAT si no se votaba la DUI, se postula para presidir la CCMA en sustitución de Brauli Duart

24 diciembre, 2017 21:00

Se necesitan para gobernar tras las elecciones del 21D, pero eso no mitiga las diferencias entre PDeCAT y ERC, especialmente en el terreno del control del poder mediático, donde se acrecientan. Tras una corta pero cruenta legislatura en este ámbito, la pugna se ha reanudado incluso antes de que se haya oficializado un tripartito independentista (Junts per Catalunya, ERC y CUP), si es que finalmente repite. Los nuevos convergentes quieren retener la presidencia de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA) --el ente gestor de los medios públicos catalanes--, cargo que desde el pasado mes de abril ocupa “provisionalmente” Núria Llorach en sustitución de Brauli Duart, que abandonó por “motivos personales”.

Ambos son cargos de confianza de PDeCAT, que también controla TV3 a través de Vicent Sanchis, mientras que ERC domina Catalunya Ràdio mediante Saül Gordillo. Tanto la elección de Sanchis como la designación de Llorach provocaron una tormenta política debido a que cualquier cambio en esos cargos deben ser sometido al control del Parlamento catalán, institución de la que depende la CCMA.

Reparto de poder

El reparto de poder entre convergentes y republicanos responde a los equilibrios que impone formar coalición. Pero PDeCAT se ha adelantado a posibles designaciones y pide paso o, mejor dicho, exige consolidarse al frente de la CCMA. Dos dirigentes se postulan para ello, Jordi Cuminal y Albert Batalla. Se da la circunstancia de ambos convergentes amagaron con un sonoro plantón a Carles Puigdemont cuando éste valoró convocar elecciones autonómicas en lugar de impulsar la declaración unilateral de independencia (DUI). Cuminal y Batalla anunciaron que rompían el carné del partido, cosa que no hicieron porque, finalmente, el expresidente catalán optó por la ruptura, lo que dio lugar a la aplicación del artículo 155 de la Constitución.

Esta medida no incluyó la intervención de TV3, pues el PSOE se opuso a ello. El reparto de cuotas independentistas se mantiene y ahora, Cuminal --que fue director general de Comunicación con el expresidente Artur Mas-- quiere ser compensado por haber hecho campaña a favor de Puigdemont.

Los cerebros de la candidaura

Tal como publicó Crónica Global, Cuminal forma parte del grupo de ideólogos de la candidatura de Puigdemont, al que pertenecen también Jaume Clotet, Elsa Artadi y Miquel Buch. Primero apostaron por una agrupación de electores sin derecho a cuota mediática ni subvenciones, algo que fue advertido por la coordinadora de PDeCAT, Marta Pascal, quien llegó a encargar un informe jurídico para avisar de la “locura” que suponía esa fórmula electoral.

Finalmente, se constituyó Junts per Catalunya, sin cargos orgánicos de PDeCAT, pero con el compromiso de que el partido controlaría el futuro grupo parlamentario.