Catalunya en Comú, el partido configurado en torno al llamado espacio de los comunes, que pilota Ada Colau, alcaldesa de Barcelona, da la espalda a la convocatoria de referéndum independentista del próximo 1 de octubre.
La confluencia de izquierdas ha votado el sábado masivamente --el 86% de los representantes de la coordinadora general lo ha hecho así-- contra considerar la cita de octubre un acto democrático "efectivo".
El espacio progresista tomará parte en la consulta como "una movilización contra el inmovilismo del PP", ya que percibe "falta de garantías".
Refuerzo de la ejecutiva
La decisión de no validar la propuesta de referéndum que promueven Junts pel Sí y la CUP se ha tomado tras debatir dos documentos.
Uno de ellos, el que descafeína el 1-O y lo reduce a movilización, lo ha sometido a discusión y votación la ejecutiva del partido.
Finalmente, esta opción ha recibido el 86% de los votos de los delegados. El otro 14% ha apoyado un documento que llamaba a participar y hacer campaña crítica en la consulta separatista.
Una última propuesta, la de rechazar de plano la cita electoral al considerarla un elemento de la hoja de ruta de Junts pel Sí y la CUP, ha sido retirada antes de la última ronda de votaciones.
"No se han hecho bien las cosas"
Xavier Domènech, coordinador general de Catalunya en Comú y portavoz de En Comú Podem en el Congreso de Diputados, ha subrayado que el Gobierno catalán "no ha hecho bien las cosas".
A renglón seguido, ha añadido que la propuesta de consulta "se parece demasiado a un aterrizaje de la hoja de ruta del Govern".
Por todo ello, la confluencia "sólo participará en las movilizaciones que defiendan el derecho a decidir efectivo".
Resisten la presión
La decisión tomada por el espacio de los comunes el sábado supone un mazazo para los partidos soberanistas. Esta semana, tanto la coalición de CDC y ERC como la CUP han redoblado la presión sobre el partido de Ada Colau.
El objetivo de los independentistas era que Catalunya en Comú avalara un referéndum cuya ley presentaron los tres partidos sólo ante sus partidarios el martes 4 de julio.
Finalmente, la formación de Colau ha resistido la presión y ha avalado de forma abrumadora la propuesta de la dirección.